Pese a la mesa de trabajo convocada por la Personería Municipal, en la cual se establecieron puntos de acuerdo para beneficiar a todas las partes en relación con el futuro al parecer incierto para los habitantes de los barrios del sur de Ibagué con respecto al suministro de agua potable, varios líderes de los acueductos comunitarios se mantienen insatisfechos con las políticas del Gobierno Municipal, particularmente con la que contempla la construcción del acueducto complementario para hacer el traslado del preciado líquido a través de bombeo.

Ayer el gerente del IBAL, José Alberto Girón, fue enfático al manifestar que si bien la Empresa de Acueducto y Alcantarillado se sentó a escuchar las diferentes propuestas, la asistencia a dicha reunión no representa necesariamente una aceptación de los términos socializados, y dijo que será el cuerpo de técnicos especializados el que determine cuál es el camino más viable. Por su parte, el personero Camilo Ossa se refirió a una estrategia paulatina en la que se comience con 200 litros por segundo hasta llegar a los 800 litros por segundo.

¿Trapitos al sol?

Como si no fuera suficiente con el debate que durante semanas ha copado la agenda del municipio, anoche los líderes de los acueductos del sur aseguraron no creerle al IBAL, y además revelaron que CORTOLIMA supuestamente les cobra por las visitas de control ambiental. Según los voceros durante meses han tenido que padecer problemas de contaminación que no han podido ser superados por la autoridad encargada.

"Las fuentes hídricas han sufrido una reducción de un 40%, eso equivale a decir que si nuestro acueducto tenía 10 litros por segundo, en este momento si hacemos un aforo actualizado podemos decir que estamos en 6 o 7 litros por segundo; no tenemos agua suficiente ni para darle continuidad en el servicio a toda nuestra comunidad", dijo Alexander Álvarez, representante del Comité de Agua Potable, quien no tuvo problema en admitir que dentro de las variables que van en contravía de los acueductos también está la falta de pago de los usuarios.

• El IBAL, la Personería Municipal y representantes de los acueductos comunitarios establecieron puntos de acuerdo ante la polémica con los barrios del sur

Y es que efectivamente una de las problemáticas que más afecta a los acueductos comunitarios hoy en día es el desabastecimiento; los afluentes se estan quedando cortos, los caudales no son suficientes y por lo tanto la materia prima es escasa, y como lo ha denunciando en múltiples ocasiones Wilman Avendaño a través de Econoticias, en sectores como Ambalá por ejemplo, las autoridades conceden licencias de construcción para mega proyectos residenciales pese a que el agua hoy ya no es suficiente para las residencias que desde hace décadas están.

Los líderes de los acueductos comunitarios denunciaron en Golpes de Opinión que al parecer la Administración Municipal a través del IBAL los amedantró con la figura de la Superintendencia y les advirtió que si no cumplían con una serie de requisitos les cancelarían las concesiones.