“Hoy demostramos que sí es posible transformar un sector estigmatizado y dignificar a sus comunidades”: Adriana Milena Bonilla
El Hato de la Virgen es uno de los sectores más vulnerables de la ciudad, no solo por la gran contaminación ambiental que presentaba sino también por múltiples factores sociales que la afligen.
Sin embargo hoy se entregó oficialmente a la comunidad una obra que no solamente ha mejorado considerablemente la calidad de vida de las personas que habitan el sector al reducir la contaminación y los malos olores, sino que a la par del trabajo arduo se ha construido tejido social.
Un trabajo articulado entre la comunidad, organizaciones sociales, el sector empresarial y la fuerza pública
Adriana Milena Bonilla, directora regional de Fundación Social, organización que hizo posible el proyecto, comentó que la Policía Metropolitana les hizo una invitación el 1 de octubre del 2014 y a partir de ese ejercicio se inició la intervención.
Fundación Social es una entidad de carácter privado que promueve el trabajo en comunidades de bajos de recursos en Ibagué y busca contribuir a mejorar las causas estructurales de la pobreza.
“Nuestro objetivo aquí fue recuperar 500 metros de ronda hídrica de la quebrada Hato de la Virgen, generar conciencia ambiental en las familias que están asentadas alrededor y disminuir los puntos de basura y escombros que tenía la quebrada, en esa apuesta desarrollamos un diseño participativo con la comunidad y a partir de eso se construyó un bio muro en llantas que hoy permiten demostrar que sí es posible la trasformación de un sector muy estigmatizado que se conocía como ‘La Chuquía’ o la ‘Pioja’ pero que hoy es el Hato de la Virgen”.
Uno de los resultados más interesantes de esta intervención es sin duda el fortalecimiento de relaciones entre vecinos, hombres y mujeres de todas las edades participaron en los trabajos de limpieza, reciclaje y recuperación del espacio público, lo cual fomentó un sentido de pertenencia por estas obras que hoy los hacen sentir orgullosos.
Articulación para el progreso
Para este resultado el trabajo articulado de la ANDI Tolima con varias prestantes empresas de la región fue fundamental.
La directora María Cristina Lara manifestó que los esfuerzos de las 5 empresas que se vincularon a este proyecto piloto fueron determinantes para la transformación social y de entorno que se dio en el Hato de la Virgen.
“El voluntariado corporativo involucra ejecutivos de todos los sectores del organigrama, ellos participaron donando su tiempo para realizar este trabajo con la comunidad que tiene la particularidad de buscar el desarrollo de habilidades de trabajo en equipo y ofrecer una experiencia de ponerse en el lugar de otro”, indicó Lara.
Además exaltó que se vincularon a la gestión que venía adelantando la Fundación Social porque se daban las garantías de apropiación de las obras por parte de la comunidad para que el proyecto se sostenga en el tiempo.
“Esta obra lleva más de 6 meses, hemos realizado jornadas de limpieza en que logramos recoger 30 toneladas de basuras y escombros, se han sembrado más de 300 plantas y construimos este muro con más de 3.500 llantas que han dejado de contaminar el medio ambiente y han generado un notable mejoramiento al entorno estético del sector”.
En este proyecto intervinieron cerca de 200 voluntarios de las diferentes empresas que se vincularon y de la propia comunidad, la unión del esfuerzo de todos permitió la inauguración de esta obra que no termina aquí pues la Fundación Social continuará con una campaña de apropiación y cultura ciudadana para dejar conformado un grupo de ‘súper héroes de la limpieza’ que logren sostener a largo plazo el proyecto.
Es muy importante mencionar que la Policía Metropolitana fue una de las organizaciones fundamentales para sacar adelante este proyecto pues realizó acompañamiento durante todo el proceso sirviendo como voluntarios y amigos de la comunidad.
Empresas vinculadas
Un proyecto de estas dimensiones requiere un gran número de manos que ayuden a impulsarlo y eso lo han entendido varias reconocidas empresas de la región que tienen siempre presente su responsabilidad social con la comunidad y fomentan a través de sus compañías la importancia del trabajo articulado.
Cemex
Claudia Beltrán, líder de responsabilidad social de Cemex, comentó que bajo su filosofía de responsabilidad con la comunidad se unieron a esta iniciativa buscando mejorar la calidad de vida de los habitantes de Ibagué.
“La experiencia ha sido muy positiva, durante este año adelantamos tres voluntariados que inició con una jornada de recolección de residuos en el sector, posteriormente tuvimos una actividad de siembra y por último un embellecimiento alrededor de la cuenca, realmente no cabe duda que en la medida que se cambian los entornos de las comunidades se generan más dignificación para las comunidades”.
Hacienda El Escobal
Paula Vásquez, coordinadora de trabajo social de Hacienda El Escobal, explicó que su participación buscó fomentar el sentido de pertenencia hacia el medio ambiente y la región, generando una cultura de solidaridad que ayuden a generar acciones que contribuyan al bienestar social de cada comunidad.
“Nosotros participamos en bastantes jornadas con trabajadores de nuestras áreas operativas y del área administrativa, contribuimos pintando llantas, sembrando árboles, con los temas de rocería y recolección de escombros, también participamos en las ollas comunitarias y apoyamos con la hidratación, desde la Hacienda El Escobal queríamos beneficiar a la comunidad y estamos satisfechos con el resultado”.
Interaseo
Luis Felipe Zarate, director de operaciones de Interaseo, relató que dentro de su compromiso de responsabilidad social siempre han estado prestos a brindar apoyo a todas las comunidades y han participado como actores comprometidos con el medio ambiente.
“Hemos puesto nuestro grano de arena con persona y equipo para hoy entregar esta obra tan hermosa a la comunidad, nosotros hemos venido participando con la recolección de residuos que se generaron y transportando las llantas, también hemos impartido charlas sobre manejo de residuos sólidos y protección del medio ambiente, nuestra participación ha sido muy directa con la comunidad que se comprometió y han tenido una gran participación, sin ellos esto no hubiera sido posible”.
SEAPTO SA
Israel Pérez Pineda, coordinador de la Fundación Social Seapto, explicó que uno de las prioridades de la empresa siempre ha sido dar respuesta positiva con las actividades que tienen que ver con responsabilidad social, por lo cual aceptaron el llamado desde hace casi 2 años con el objetivo de generar un impacto positivo.
“Para nosotros es muy importante hacer parte de este reconocimiento de una población que ha sufrido tanta violencia y desplazamiento, es una forma de devolverles el favor de creer en nosotros como empresa. Entregar nuestro tiempo en este voluntariado ha sido enriquecedor y hemos podido aportar nuestro granito de arena”.
Sin ninguna excepción, los representantes de cada empresa y organización participante afirmaron que están prestos a seguir contribuyendo junto a la ANDI en este tipo de proyectos que causan un impacto ambiental y social tan profundo en las comunidades.
Es de resaltar que la comunidad de Hato de la Virgen hoy se siente dignificada a través de la colaboración empresarial, de su propio esfuerzo y de descubrir que ellos mismo pueden ser los héroes de su historia.