La dosis mínima ha sido rebatida en los últimos años por considerarse que le ley que permite su porte dejó sendos vacíos que han sido aprovechados por los expendedores para seguir distribuyendo y más grave aún para introducir a menos edad al mundo del consumo.

Ante este predicamento el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez en compañía de varios alcaldes de ciudades capitales decidieron promulgar un proyecto que permita endurecer las penas en contra de los expendedores y cerrar los vacíos del porte de la dosis mínima.

El proyecto buscaría dar una lucha frontal en contra del narcomenudeo y combatir el expendio que se ha popularizado en los últimos años a  través del ciberespacio.

El alcalde Guillermo Jaramillo se refirió al tema e indicó que algunas personas han utilizado la ley para sacar provecho y poder expender drogas a los consumidores.

“Muchos ‘jibaros’ terminan presentándose a los juzgados bajo la figura de dosis personal, el derecho a la libre personalidad es el que se defiende con la dosis mínima, nos quieren imponer unas reglas de EE.UU cuando allá hay 22 estados que aceptan el uso medicinal y recreativo de la marihuana pero aquí quieren meter a un muchacho que tenga un porro a la cárcel y reseñarlo”, indicó Jaramillo.

Puntualizó que se requiere que no se utilice el término de dosis de aprovisionamiento y que salgan sin judicializar los responsables de narcotráfico.

“La dosis personal no se toca pero sí la dosis de ‘aprovisionamiento’ aquí quien porte más de dos veces la dosis personal deberá ser investigado y procesado por tráfico de drogas”.

El alcalde comentó que se requiere implementar un sistema para suministrar al las personas adictas en proceso de resocialización, dosis de marihuana para completar su tratamiento mientras supera la adicción pues al quitarle a un drogadicto todo tipo de drogas hay que buscar métodos para estabilizar sus niveles de ansiedad.

“Hay varios estudios que demuestran que aplicar dosis de marihuana en el tratamiento ayuda en el proceso de recuperación y rehabilitación, los cultivos medicinales ya existen y seguramente el mercado quedará en los países desarrollados mientras nosotros que hemos sufrido la estigmatización quedaremos por fuera de los mercados internacionales porque no fuimos capaces de adentrarnos en ese campo”.