En su visita a Ibagué el vicepresidente Óscar Naranjo afirmó que los días de alias ´guacho´ a nivel delictivo están contados. Naranjo también se refirió en  la rueda de prensa sobre las relaciones de narcotraficantes colombianos con el cartel de Sinaloa.

Sobre las relaciones con Ecuador manifestó que están en los mejores términos “No existe conflicto, tenemos una ayuda de capacidades para contra restar a quienes están produciendo este tipo de amenazas”

En el caso del acuerdo de paz con las Farc y los diálogos con el ELN  manifestó que hay que guardar la calma. Sobre el caso de Jesús Santrich ratificó que si delinquió luego de la firma del acuerdo debe ser extraditado.

Naranjo sostuvo que el Estado debe asumir una tarea integral en los territorios para evitar la presencia de bandas delincuenciales en las zonas dejadas por las Farc.

Foro de Paz

El vicepresidente de la República, general (r) Óscar Naranjo, presentó este viernes en Ibagué un informe acerca de los avances en la implementación de los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc.

Este informe fue entregado por Naranjo durante el conversatorio “Entre la guerra y la paz: un balance del proceso. Volver a pescar de noche”, evento que se llevó a cabo en Ibagué debido al apoyo que ha brindado la Administración Municipal para lograr la terminación del conflicto armado colombiano.

“Quiero rendir homenaje a las 260.000 personas que murieron en este conflicto armado. Esta historia triste y lamentable no podremos repetirla, debemos decir nunca más a las armas. Este conversatorio está iluminado por todas las víctimas y por la memoria de Darío Echandía, un tolimense que trabajó incansablemente por la paz”, dijo el vicepresidente Naranjo.

El Vicepresidente destacó que Colombia dejó de ser uno de los países más violentos del mundo, ya que con la firma del acuerdo de paz se logró reducir la comisión de delitos como el secuestro.

“Gracias a los ciudadanos, Colombia no claudicó en la lucha por implementar los valores y derechos democráticos. Por eso pudimos hacer la paz con nuestros adversarios bajo los principios de la dignidad y el respeto, y con el convencimiento de que debíamos buscar una salida negociada a la guerra”, expresó Naranjo.

“En la historia de Colombia hubo muchos acuerdos de paz, pero nunca se pensó en transformar las realidades sociales que derivaron en la generación de conflictos. Este acuerdo se detiene en la reforma integral del campo para cerrar las brechas de inequidad entre el país rural y urbano”.

Por su parte, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo destacó que la capital del Tolima fue la primera ciudad del país escogida por el Gobierno Nacional para entregar un balance detallado sobre los avances en el periodo de post-negociación con las FARC.

“Hemos trabajado para que Ibagué sea la capital andina de los Derechos Humanos, y también queremos consolidarnos como la capital colombiana de la paz. Nuestro propósito es que desde nuestra ciudad inicien procesos de reconciliación”, sostuvo Jaramillo.

Y añadió: “Nosotros apoyamos al Gobierno Nacional por los esfuerzos que ha hecho por la paz. En el Tolima hemos vivido 70 años de conflicto, por eso en nuestro Plan de Desarrollo la paz es uno de los pilares. Ibagué le está apostando a la reconciliación porque el Tolima ha tenido más de 200.000 muertos y más de 60.000 desaparecidos durante estos años de conflicto”.

El evento también contó con la participación del político, ex fiscal y exministro, Alfonso Gómez Méndez, quien aprovechó la ocasión para rendir homenaje a las enseñanzas del expresidente tolimense Darío Echandía.

“Queremos que en el Tolima se pueda volver a pescar de noche, como dijo en su momento el maestro Echandía. Debemos trabajar por la paz de Colombia, y no podemos permitir que los opositores nos quiten la posibilidad de silenciar por fin los fusiles en Colombia”, dijo Gómez Méndez.

Al evento asistieron líderes sociales, representantes sindicales y ciudadanos interesados en conocer los avances del proceso y resolver dudas acerca de la implementación de los acuerdos de La Habana.

“Los tambores de la guerra se deben silenciar, y nosotros vamos a hacer todo lo posible para que Colombia logre la paz y nunca más volvamos a vivir una guerra sangrienta en nuestro país”, concluyó Jaramillo.