La decisión en primera instancia de la Procuraduría General de la Nación de suspender por 9 meses a los 16 concejales que participaron en la elección de Ramiro Sánchez como contralor de Ibagué, pesando sobre él una inhabilidad, causó sorpresa debido a que los denunciantes y la ciudadanía esperaban una medida de inhabilidad.

Para el analista Juan Pablo Estrada sin embargo no es una sorpresa pues afirmó que el control nacional y regional resulta ineficiente pues nunca se ve un funcionario destituido y con inhabilidad, sin importar la gravedad de la falta que hayan cometido. 

“Prueba de ello es el gobernador Barreto, él es un sobreviviente de una destitución por cuenta de unos salvavidas tirados por quienes le veían intereses y futuro político para que no desapareciera su candidatura a nivel regional, el tema de segunda instancia de Barreto no aguanta una revisión juiciosa”.  

Agregó que el mandatario fue salvado en último minuto al parecer por el exprocurador Ordóñez con quien mantiene una afinidad política, quien en su momento levantó una sanción de inhabilidad a Barreto y a Mauricio Pinto por 

“Ese salvavidas fue el que le permitió a Óscar Barreto ser nuevamente gobernador del Tolima pese a haber incurrido en faltas de naturaleza grave. Barreto y Pinto son unos sobrevivientes por cuenta de un amiguismo político, Alejandro Ordóñez hoy es candidato presidencial, ¿Creen que no cobrará los favores?”.