La drogadicción es un problema recurrente en casi todos los barrios de la ciudad,  para la administración y sobre todo para  las familias ibaguereñas es un gran reto mantener a los niños y adolescentes alejados de la influencia que los traficantes intentan generar sobre ellos para atraerlos a este peligroso mundo. 

El presidente de la JAC del barrio Modelia II, Ómar Ospina, se declaró preocupado por los altos índices de consumo que se presenta en su sector, aseguró que la presencia de la autoridad es mínima incluso cuando se les hace un llamado vía telefónica  para reportar atracos o riñas.

“Creo que no han hecho cumplir el Código de Policía como debe ser, aquí montan un lugar de venta de alcohol sin que tengan permisos pero nadie controla y mientras tanto nosotros tenemos que soportar todas las riñas que se presentan, nosotros nos hemos reunido con el coronel pero no ha pasado nada”.

Además explicó que su malla vial se encuentra en un deplorable estado, problema que se agrava por el tránsito de vehículos pesados que se dirigen a la escombrera Municipal. 

“No tenemos un salón comunal, había un sitio destinado a ello pero fue invadido por lo que se conoce hoy como Territorio de Paz, en ese lugar había un puesto de salud y un polideportivo, era la zona verde de Modelia II, pero la negligencia de las administraciones pasadas permitió que nos invadieran”, apuntó Ospina. 

También indicó que el acueducto comunitario que los surte -Acuamodelia- carece de las condiciones necesarias para suministrar agua potable, además enfatizó que el alcantarillado está a punto de colapsar por falta de inversión y la respuesta es que al ser propio ni la Alcaldía ni la Gobernación le pueden invertir.