Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Ibagué
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

"En un plan de contingencia establecimos que varias quebradas podrían causar afectación en Ibagué": Luis Monroy

El ex-director del departamento administrativo del medio ambiente se refirió a la situación que se presentó en Mocoa y estableció un paralelo con una posible eventualidad producto de una creciente del río Combeima.
3 Abr 2017 - 9:47 COT por Ecos del Combeima

¿La tragedia de Mocoa se hubiera podido prevenir?

He tenido comunicación con algunos amigos que fueron parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y ellos me comentan que ya se tenía conocimiento de una situación que estaba evolucionando en ese lugar, incluso escuché que ya se conocían versiones que aseguraban que había un represamiento que había tomado fuerza en medio del olvido por el crecimiento de árboles. El ministro del Medio Ambiente y el IDEAM hablaron de la gran deforestación en la parte alta de esas cuencas, lo que causa que no se retenga el material cuando se presentan las lluvias; es decir que fueron varios los factores que se estaban gestando, esto sumado a la intervención del hombre en áreas que pertenecen a los ríos y a las quebradas.

¿Por qué no hay articulación entre los organismos que pronostican el tiempo y las autoridades del riesgo?

Ahora existe una legislación, yo soy sobreviviente de la tragedia de Armero y en ese entonces no existía ninguna ley en torno a la atención y prevención de desastres, luego apareció un decreto reglamentario mediante el cual empieza a crearse un sistema nacional precisamente para la articulación del orden departamental y municipal, eso ha ido evolucionando y ahora aparece la ley 1523; ya vamos avanzando no sólo en la prevención y atención sino también en la gestión, ese sistema fue fortalecido en el país con la creación de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, que considero que ha venido haciendo un trabajo muy importante.

Ahora se establecen tres fases, un conocimiento del riesgo que permite saber cuáles son las amenazas que están en torno a una población; la reducción que pretende que el riesgo sea menor y el manejo de la emergencia, que refiere a la estrategia para la atención de un desastre. En la reducción hay una intervención que es correctiva y una prospectiva mediante la cual se visualiza a futuro qué es lo que se puede hacer, y es allí cuando aparece el Plan de Ordenamiento Territorial, en donde se define dónde se deben hacer asentamientos; parece que la Corporación Autónoma de esa región ya había hecho advertencias sobre el tema.

¿Ibagué está preperada para una creciente del río Combeima o de alguno de sus 17 afluentes?

En la época en que estuve vinculado al orden municipal pudimos establecer con ayuda internacional un Plan de Contingencia, sin embargo habría que ver en qué condiciones se encuentra hoy; en lo que elaboramos en ese momento dijimos que habían varias quebradas que podían causar afectación; en ese momento -tal vez por la experiencia misma de Armero- se creó en el sector del río Combeima un sistema de alertas tempranas con el que se dotó de radios a personas ubicadas en las cuencas, así mismo, en la parte baja se instaló un sistema de alarmas y unas rutas de evacuación.

En contexto

En marzo del 2013 se le entregó al director de Cortolima un estudio de amenaza y vulnerabilidad de los centros poblados del Cañón del Combeima, y determinó que 176 familias deben ser reubicadas por estar en zonas de alto riesgo por lo que representan para la comunidad 18 microcuencas que en épocas de lluvias pueden crecer súbitamente descargando lodo, piedras y escombros. Hoy, cuatro años después de entregado ese documento no se ha movido a nadie, las autoridades deben sensibilizarse para que no se vaya a presentar la misma situación de Mocoa. Hay más de 200 familias en la parte alta del río Combeima, sin contar el sector nuevo de la variante de ese afluente en donde podría haber otras 500 personas.

Otros componentes

La falla de Ibagué, el Volcan Machín, el Nevado del Ruíz y los volcanes monogenéticos recién descubiertos en la zona oriente de Ibagué.