En una verdadera tortura antes de la obra y dos meses después de haberla iniciado, se convirtió para la comunidad la pavimentación de una sola calle en el barrio Calarcá
En una verdadera tortura antes de la obra y dos meses después de haberla iniciado, se convirtió para la comunidad la pavimentación de una sola calle en el barrio Calarcá