Juan Raúl Solórzano propietario del centro recreacional Playa Hawai antiguo Tierra Caliente tiene un litigió con el empresario Álvaro Montoya desde hace dos años y el día de hoy se realizará una inspección ocupar por parte de la corregidora de Buenos Aires. 

Alrededor de éste importante centro creativo se ha tejido un profundo problema jurídico, El Ping Pong Político habló con el actual propietario sobre el tema quien agradeció la oportunidad de dirigirse a la comunidad tolimense y explicó que “tras la situación que vivió Tierra Caliente mi papá propuso que lo llamáramos Playa Hawái, nosotros la adquirimos en una licitación por sobre cerrado y no la adjudicaron hace aproximadamente 2 años, Álvaro Montoya tuvo una negociación pero no hubo cumplimiento por parte de sus empresas y por eso se realizó la subasta en donde ellos tuvieron la oportunidad de pujar”.

El empresario además explicó que el centro recreacional tiene un precio comercial de 14.700 millones de pesos y en este momento él cuenta con los documentos que respaldan la compra del terreno, razón social, inmuebles y demás elementos de funcionamiento. 

Juan Raúl Solórzano también relató que cuando Álvaro Montoya hizo entrega del lugar éste se encontraba en un grave estado de deterioró, “con mucha paciencia y trabajo tuvimos que restaurar desde los baños y las piscinas hasta las cocinas porque todo se encontraba el muy mal estado, nosotros no entendemos como el arrendatario dejó caer tanto un sitio tan importante para el departamento, la comida era pésima y la gente se quejaba muchísimo, gracias a Dios y el trabajo de nuestra gente hemos logrado sacarlo adelante y esperamos lograr que sea el centro recreacional más importante del Tolima”. 

Sobre la salida de Álvaro Montoya, el propietario de Playa Hawai aseguró que se produjo entre los términos legales e indicó que “él tenía un contrato de arrendamiento que se venció el 31 de marzo del año pasado y decía muy claro que al vencerse tenía que entregar el inmueble, cuando hicimos la negociación con Corbanca la entidad le notifico la venta del inmueble y le explicó que debía consignar el arriendo a nuestras empresas, sin embargo a nosotros no nos entregaron hasta el 7 de abril y ese día iniciamos el empalme”. 

Uno de los hechos más bochornosos de este conflicto entre los dos importantes empresarios sucedió cuando meses atrás Álvaro Montoya llamó a varios medios de comunicación entre ellos Ecos del Combeima y denunció que lo habían secuestrado en su oficina agentes de seguridad de Juan Raúl Solórzano para presionar su salida, este hecho fue categóricamente negado por este último y añadió que no sabe en qué momento Montoya se convirtió en un problema para él y su familia pues en ningún momento negoció con él y solo hizo la compra del centro recreacional con la idea de trabajar honestamente, generar empleo y brindar desarrollo a la región. 

“El día 9 de mayo Álvaro Montoya quiso ingresar violentamente a las instalaciones y como le impidieron el paso se coló por un lugar que él conocía, le tiró el encima el carro a uno de mis empleados y se encerró en su oficina a llamar a los medios de comunicación, nosotros llamamos al Gaula y cuando ellos tocaron la puerta Montoya abrió  y dijo que lo tenían secuestrado con un grupo armado que por supuesto las autoridades no encontraron porque no existían, nosotros apenas teníamos a nuestra disposición a los celadores del complejo turístico. También trató de hacerse pasar por propietario y luego como inquilino pero al desmentirlo el Gaula le solicitó que se retirará de las instalaciones”, relató el propietario de Playa Hawái.

Además Solórzano afirmó que nunca ha querido tener una mala relación con Montoya al contrario siempre quiso que fueran cordiales pero esto no fue posible de ninguna manera, también indicó que es una persona honorable y sus recursos fueron adquiridos de manera legal y con mucho esfuerzo, por lo cual es ilógico que Montoya aseguré que lo he amenazado. 

“Desde hace meses me ha bloqueado y obstaculizado con sus influencias políticas, la diligencia del día de hoy tuvo que ser aplazada día atrás porque pretendían violarme mis derechos pues ni siquiera me habían notificado, la corregidora quién tiene el proceso quiere que se le entregué el manejo incluso la esposa de Montoya me demando y en la conciliación pidió que le regrese el predio que yo compré sin que ellos pusieran un solo pesos”. 

El empresario finalmente le pidió apoyo a la ciudadanía porque se siente desamparado, vulnerado y agredido por la familia Montoya, “lo único que quiero es trabajar honestamente, recibí un inmueble completamente deteriorado, se llevaron los muebles al entregar el predio y encima quieren que los indemnice y les regrese el centro vacacional cuando yo lo adquirí legalmente”, concluyó Juan Raúl Solórzano.