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Pese a la prohibición de la SIC, las minigelatinas volvieron

A varios niños del municipio de Buga les han regalado estos dulces cuyo consumo fue restringido por la Superintendencia de Comercio debido a sus riesgos a la salud. La multa a los responsables podría ascender a $689.454 millones.
31 Ene 2016 - 5:07 COT por Ecos del Combeima

Aunque la importación, venta, fabricación e incluso la donación de las dulces conocidos como gelatinas en cápsula, o “minigelatinas”, están prohibidas por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) desde el pasado 8 de julio de 2015, este diario conoció que estas golosinas han regresado en el municipio de Buga, Valle del Cauca. Y algunas personas se las estarían regalando a los niños.

La denuncia la interpuso la profesora de la institución educativa Tulio Enrique Tascon, en el corregimiento Chambimbal perteneciente a Guadalajara de Buga: “El pasado martes algunos de mis estudiantes me trajeron como regalo algunas minigelatinas en capsula, de aquellas que la Superintendencia de Industria prohibió. Al preguntarle su procedencia me informaron que habían llegado muchas cajas al Basurero local y las estaban regalando”.

La docente advirtió que “en este momento el producto se ha dispersado por la región y zonas adyacentes, convirtiéndose en un problema de salud pública bastante complejo. Y según los niños, en la tienda cuesta $200”.

El Espectador tuvo acceso a un video en el cual varios niños de entre cuatro y nueve años indicaron que habían consumido mínigelatinas.

Cuando la SIC prohibió estos dulces la entidad indicó que “existe importante y suficiente evidencia médica que indica que el consumo de estas golosinas conlleva serios riesgos de asfixia, daños neurológicos y muerte para los niños, teniendo en cuenta su envase, contenido y forma de ingerirlas”.

El consumo de mínigelatinas, que se encuentra prohibido tanto en la Unión Europea como en los Estados Unidos, ya cobró la vida de un niño colombiano y causó parálisis cerebral a otros dos.

El primer caso fue una niña de 12 meses de edad, que murió a finales del año 2014 por un paro cardiorrespiratorio. El segundo, una niña de ocho meses que presentó asfixia a causa del consumo de este producto y sufrió parálisis cerebral infantil. Y el último fue un niño de 10 meses de edad, quien presentó un episodio de broncoaspiración con la parte central de un gel saborizado de la gelatina, que lo condujo a un paro cardiorrespiratorio, lo cual le dejó secuelas neurológicas significativas.

El incumplimiento de la orden aquí establecida acarrea multas sucesivas de hasta $689.454 millones, equivalentes a 1.000 salarios mínimos vigentes.

Tomado de El Espectador (ver nota original)