Brookfield, consorcio canadiense, ganó subasta de Isagén
Como había sido establecido en las condiciones de la subasta, la operación inició a las 8 a.m., dando el espacio de una hora al único oferente para que hiciera su propuesta económica. Treinta y dos minutos después, Brookfield depósito el sobre que la contenía.
Mientras tanto en la carrera séptima con calle 72, sindicatos y senadores se manifestaron en contra de la venta de Isagén. El senador del Polo Iván Cepeda aseguró que "es una transacción que se hace en condiciones irregulares y que tiene inseguridad jurídica".
En la noche de ayer se llevó a cabo el último suspiro de quienes se oponían a la transacción cuando el Consejo de Estado negó las medidas cautelares solicitadas por el senador de la Alianza Verde Antonio Navarro Wolff, quien presentó reparos contra el desarrollo de la subasta con un solo oferente.
Así mismo, el procurador general, Alejandro Ordóñez, envió una carta al Gobierno Nacional en el que manifestó que la venta de Isagén era "una mal negocio" y que podría presentarse un detrimento patrimonial ya que el valor de las acciones era mayor al que fue establecido por el Estado.
Sin embargo, Cárdenas le respondió una misiva en la que explicaba que las liquidación del valor de la compañía no se podía hacer en dólares por tratarse de una empresa colombiana que negociaba en pesos. Así mismo, fue claro en que el Gobierno adelantó el proceso velando por los intereses del país.
Aunque expertos del sector eléctrico descartaron la pérdida de la soberanía energética, como han insistido los opositores a la enajenación, si manifestaron su preocupación por una suerte de "frenazo" a la expansión del sistema.
“El cambio climático puede generar mayores sequías y todo esto afecta la generación, el país necesita diversificación de fuentes de energía e Isagén es un instrumento gracias al que se estaban desarrollando plantas eólicas, la geotermia (tienen un proyecto en estado de prefactibilidad en Nariño) y esto se puede perder porque las firmas tienen unos objetivos distintos”, aseguró Germán Corredor, director del Observatorio de Energía de la Universidad Nacional.
¿Cómo es la compañía que compraría Isagén?
Brookfield, con sede en Canadá, es un grupo internacional dedicado a la administración de activos. Bajo su mando hay más de US$225.000 millones destinados para inversión. Trabaja en los sectores de bienes raíces, infraestructura e inversiones de capital privado. Además lleva más de 100 años trabajando en el sector eléctrico mundial.
Este conglomerado se especializa en generación eléctrica mediante procedimientos amigables con el medioambiente. Cuenta con más de 7.284 unidades eléctricas en todo el mundo, de las cuales 5.372 son de generación hidroeléctrica, 1.577 del tipo eólica y 335 de otro tipo. Gracias a esta infraestructura tiene una capacidad instalada de 7.300 MW. La mayor presencia que tiene Brookfield en negocios del sector eléctrico es en Canadá, con 81 centrales eléctricas. Asimismo, genera energía en tres estados de Estados Unidos: Nueva York, Luisiana y California. En Suramérica Brookfield sólo se encuentra en Brasil, en donde tiene una capacidad instalada de 821 MW.
La oposición a la venta
Desde varios sectores políticos, muchos de éstos del mismo santismo, fueron varios los reclamos que se hicieron para que no se vendiera la participación del Estado en Isagén.
El senador del Centro Democrático, Iván Duque Márquez, dijo que “la empresa está mal valorada porque no tiene en cuenta los activos de propiedad intelectual. Además, ese viejo cuento de que la plata de la operación irá para las carreteras 4G ya no tiene lugar. Existen varios mecanismos para darle recursos a la Financiera de Desarrollo Nacional, como los créditos del Fondo Monetario Internacional, sin perder nuestra independencia energética. Lo cual se debería evitar en esta coyuntura de crisis energética”.
Igualmente, el senador del Polo, Jorge Enrique Robledo, dijo que "nunca hubo puja y estamos hablando del detrimento más grande de la historia (…) ojo porque Isa y Ecopetrol también están en la agenda privatizadora".
A su turno, la senadora liberal Viviane Morales Hoyos dijo que “vender a Isagén pone en riesgo la soberanía y la seguridad energética del país (…) prefiero a Juan Manuel Santos como el presidente que logró la paz y no como el que regaló el activo más importante del país”.
En el mismo sentido, el senador verde Antonio Navarro Wolff defendió que “Isagén es de todos los colombianos y debe ser una empresa de todos y debe seguir siendo pública y nacional (…) Isagén no se vende porque es nacional, pública y eficiente. Isagen se defiende”.