La compañía surcoreana sorprendió con una nueva propuesta: un televisor OLED de 55 pulgadas que no solo tiene un grosor de 1 mm, sino que también se puede pegar a la pared.

El televisor fue presentando el pasado 20 de mayo durante un evento de comunicación en Seúl y según LG será una de las pantallas del futuro.

Con un sistema de imanes que se ajustan a un panel metálico ubicado en la pared, el dispositivo se puede despegar como si fuera una gran etiqueta autoadhesiva. Además, con un peso de 1.9 kg sería uno de los televisores más livianos en el mercado.

Este nuevo producto es mucho más delgado en comparación con el buque insignia actual de LG, que tiene un panel OLED de 55 pulgadas con un espesor de 4,3 mm.

Teniendo en cuenta estas características, de seguro este nuevo televisor se podrá usar e instalar en cualquier lugar sin que ocupe mayor espacio. Sin embargo, aún no se conocen fechas exactas de su comercialización.

Yeo Sang-GDeO, el jefe de la división OLED de LG Display, se comprometió a aumentar la producción de OLED a partir del tercer trimestre de este año, según indica la agencia surcoreana Yonhap.