Aunque sus directivos hacen un gran esfuerzo para que vuelva a ser la empresa pujante de hace varios años, hoy la Fábrica de Licores del Tolima no levanta cabeza.

De la época en la que ventas superaban los siete millones de botellas sólo queda la historia. Hoy por hoy, apenas llegua al millón 500 mil botellas de acuerdo al reporte entregado por su gerente Jairo Robayo.

Las cifras no mienten. En 2008, las ventas de aguardiante llegaron apenas a un millón 169 mi y en 2009 alcanzaron el millón 471 mil.

Durante el mandato de Fernando Osorio Cuenca, cuando la gerencia estuvo en manos de Nohelis Rodríguez de Mosquera se vendieron dos millones 100 unidades en 2006 y dos millones en 2007.

Adicionalmente, hay un hecho evidencia el retroceso de esa empresa. En 2007 recibió de manos del Instituto Colombiano de Normas Técnicas, ICONTEC, dos certificaciones de calidad de calidad, una de ellas de carácter internacional, pero luego las perdió y hoy apenas cuenta con certificaciones que son válidas en Colombia, algo que deja mucho que desear si la intención es conquistar nuevos mercados.

Sobre este tema, el gerente de la Fábrica de Licores, Jairo Robayo, dijo que no era cierto que hubiera perdido la certificación internacional y hasta ofreció su carta de renuncia de comprobarse que no fuera cierto.

La propia directa de Icontec a nivel regional se encargó de desmentir al funcionario y aclaró que la certificación que recibió esa compañía sólo es válida en Colombia.

El ex gerente de esta empresa Juan Guillermo Beltrán sostiene que es necesario hacer un gran esfuerzo de mercadeo para que el Aguardiente Tapa Roja se venda más. "Es evidente que hace falta un mayor esfuerzo en ese sentido y en lanzar nuevos productos que colmen las expectativas de los consumidores, que hoy se inclinan por otro tipo de productos", indica.

Durante el mandato de Osorio se manejaba la distribución de manera regional. Hoy se hace a través de un distribuidor exclusivo que lo hace en todo el Tolima, decisión que defiende el gerente Jairo Robayo.

"Prueba de ello es que la venta ha mejorado y aumentamos casi 400 mil botellas en tres años", indica.

Pese a que las ventas no son las mejores la Fábrica de Licores está en lento proceso de recuperación económica. Hoy sus pasivo llegan a ocho mil millones de pesos cuando en el pasado alcanzaron los 12 mil millones de pesos, por lo que debió acogerse a la ley de intervención económica.

Con esos indicadores quedan en el ambiente muchas dudas sobre la viabilidad de una empresa que lucha por volver a sus mejores época, pero que las cifras no la favorecen para nada.