Sería un error económico y ambiental bajar la mezcla de biodiesel
El Biodiésel es un energético líquido renovable que apoya la transición energética justa.
Proveniente de la cadena agroindustria nacional del aceite de palma, reduce las emisiones de gases efecto invernadero, mejora la calidad del aire, el desempeño y la vida útil de los motores, genera empleos formales en áreas rurales, y garantiza la seguridad y soberanía energética del país.
Por lo tanto, reducir las mezclas que hoy está en el 10% de este combustible, implicaría el aumento del consumo de diésel fósil, generando un retroceso para el país en la transición hacia fuentes de energías más limpias.
El gremio señaló que en ese mismo sentido, automáticamente el país daría una señal contradictoria en la lucha contra el cambio climático, pues se dejarían de recibir los beneficios asociados con la reducción de emisiones del Biodiésel por su origen renovable, aumentando inmediatamente las emisiones en 2 millones de toneladas anuales de CO2.
Esto equivale a introducir 800 mil vehículos adicionales al parque automotor, empeorando con ello la crisis climática asociada al calentamiento y ebullición global.
Tendría un impacto directo en la salud pública del país, entendiendo que los componentes azufrados y los hidrocarburos aromáticos son unos de los componentes del diésel fósil que mayor material particulado generan y que no se encuentran en el Biodiésel. Con una reducción de la mezcla, las emisiones aumentarían a 500 toneladas, lo que incrementaría la mala calidad del aire, que al año cobra más de 13 mil vidas.
Adicionalmente, esto implicaría para los transportadores mayores periodos de restricción vehicular de carga.
Igualmente aumentaría los costos de mantenimiento de los vehículos de carga, porque el Biodiésel de aceite de palma es lubricante por naturaleza y además tiene mayores valores de cetanos de 69 vs. 48 del diésel fósil. Estas dos características hacen que extienda la vida útil de los motores, mejore su desempeño, y que las autopartes sufran menos.
Más de 190 mil empleos estarían en riesgo, particularmente el de los pequeños palmicultores, quienes serían los primeros afectados por una caída de los precios del aceite.
Además esta es una agroindustria que agrupa a pequeños agricultores, se estarían reduciendo los incentivos a sembrar cultivos formales. Así mismo, se aumentaría el riesgo de incrementar la deforestación, contribuyendo adicionalmente a los retos de reducción de emisiones del país.
Así mismo, estaría en riesgo cerca de 1 millón seiscientas mil toneladas anuales de carga, producto de la cadena de valor de la palma para la producción de Biodiésel.
De lograrse la reducción de la mezcla de biodiésel, Ecopetrol tendría que importar 17 millones de galones adicionales de diésel, equivalentes a pagar cerca de 700 millones de dólares cada año, lo que traería una presión al alza en la tasa de cambio y con ello un aumento en la inflación.
A nivel macroeconómico el efecto traería para el país una pérdida de ahorros de hasta 150 mil millones de pesos al mes, ya que el Biodiésel no está subsidiado. Cada galón de este Biocombustible producido por la agroindustria colombiana es un galón que no se importa, es decir, que no se subsidia de combustible fósil, y son dólares que se quedan en el país.
La propuesta afecta la agroindustria del Biodiésel y no redunda en un beneficio en precio para el consumidor de diésel. Esto es debido a que el Biodiésel, que se dejaría de consumir, sería reemplazado por diésel importado a precios internacionales.
Finalmente, implicaría un desincentivo para la producción de combustibles sostenibles de aviación, SAF, y combustibles sostenibles marítimos, SMF, pues la industria del Biodiésel es la base para la industria de los Biocombustibles avanzados.