A pocos días de las elecciones, el empresario Dairo Castilla renunció a la posibilidad de hacer parte de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué. Sin embargo, dejó claro que resulta necesario escoger personas nuevas que anulen la figura del continuismo.

"Renuncio por un tema netamente familiar", dijo Castilla sin entregar mayores detalles. Lo que sí recalcó es que existe un 'aroma' de peligro ante el eventual escenario de que sigan "los mismos que no dejan que funcione" el ente cameral en la capital del Tolima.

"Siempre he estado en defensa de los empresarios que muchas veces no se sienten representados, nosotros tenemos una oportunidad este 1 de diciembre, hay gente buena", sostuvo Castilla antes de meter 'el dedo en la llaga' por una supuesta 'oveja negra' dentro de la organización.

El propietario de Castiagro, sin dar nombres, mencionó a una persona "con un papá muy grande en la ciudad", que "quiere manejar los hilos de todo, de Comfenalco y otros gremios". Además, citó nuevamente el escándalo por presuntos sobrecostos en los mercados entregados durante la pandemia.

Según Castilla, aunque la Gobernación pagó $10 mil millones por ese concepto, los costos reales, tras posterior análisis de cada producto entregado, en realidad no superaban los $7.200 millones. "Tengo certeza de un detrimento en ese momento", puntualizó.