El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, dijo que la inflación en Colombia al cierre de 2022 estará por el orden del 12,5% pero en 2023 habrá una baja hacia el 7%, lo que hace prever un  aterrizaje suave de la economía colombiana.

El analista señaló que el país enfrenta retos muy grandes en materia económica como el déficit externo y un déficit fiscal agravado por el faltante que deja el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles.

Mejía quien estuvo en un panel del XIX Congreso Nacional de Infraestructura organizado por la cámara del sector en Cartagena que el país tenía una situación fiscal difícil antes de la reforma tributaria que será sancionada en los próximos días por el presidente Gustavo Petro, pues la prima riesgo país era 50 puntos básicos por encima de Chile y Perú y subió a 150, lo que muestra una mayor percepción de riesgo.

Dijo que la reforma tributaria presentada por el gobierno Petro y aprobada por el Congreso, muestra que hay un Gobierno responsable, que busca aumentar el recaudo tributario a niveles cercanos a los de América Latina.

Mejía señaló que Colombia ha crecido más que el promedio de la región, este año estará en el 7,7%, frente al  3,5% que registrará en promedio la región.

Lo positivo
En tres elementos se puede decir que Colombia ha tenido un buen desempeño y tendrá un caída moderada en 2023. El primero de ellos es por el lado de la oferta se ha sufrido un choque positivo de los términos de intercambio, es decir mejores precios de exportaciones de petróleo y carbón, han subido 75%.

El segundo es la política fiscal, van tres años consecutivos de déficit por encima del PIB impulsa demanda agregada que lleva un crecimiento y el gobierno ahora deberá ajustar el déficit en dos pumas porcentuales

Tercer punto, política monetaria, Colombia tardó más en mover sus tasas de interés al alza, y hubo una política más expansiva. Ya hay niveles en tasas de interés, y puede haber una nueva alza en diciembre
    
El Gobierno va a tener capacidad de gasto en 2023, y eso va a mostrar un crecimiento bueno de la economía, no tanto como los  dos últimos, con una tasa de desempleo de dos dígitos, situación de pobreza en alza e inversiones en infraestructura.