Con la presencia del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, los miembros de las comisiones terceras y cuartas que sesionan conjuntamenten el análisis para llevar el proyecto en la ruta legislativa que terminará en los debates en las plenariasas de Senado y Cámara.

La ponencia que fue radicada el martes sufrió una serie variaciones del texto original luego de casi dos meses de discusiones entre los legisladores y el gobierno y disparó una serie de alarmas entre el sector productivo.

Desde la Cámara de Zonas Francas de la ANDI, los empresarios de este sector mostraron su sorpresa por los cambios introducidos en el articulado que incluye topes de ventas máximas al territorio aduanero nacional que no observan la normatividad internacional ni la realidad del aparato empresarial.

Para el gremio se han reiterado en todos los escenarios, que las zonas francas son el mejor instrumento para lograr los objetivos de internacionalización de la economía, así como el aumento y diversificación de la oferta exportadora del país; en el marco de las negociaciones no se ha aceptado la imposición de límites a las ventas al territorio aduanero nacional o el establecimiento de compromisos de exportación, e igualmente se evidencia el grave perjuicio que supone la pérdida de la calidad de usuario en casos de incumplimiento en los límites o umbrales propuestos en el proyecto.

Aclara la ANDI que el 90% de los empresarios ubicados en zona franca son mipymes y para cumplir con los objetivos de aumento de sus exportaciones requieren de planes de internacionalización graduales, que atiendan particularidades propias de su realidad empresarial, tales como el sector al que pertenecen, el tamaño y ubicación geográfica de la respectiva zona franca. 

No hay ninguna empresa en Colombia ni en el mundo que exporte por mandato de ley, esto es un proceso que requiere la conquista de mercados altamente competidos, e igualmente, contar con el concurso del Estado, lo que no puede lograrse en un año como lo establece el proyecto de reforma tributaria.

La ponencia, de aprobarse como se presentó minaría el régimen de comercio exterior que caracteriza a las zonas francas en el mundo y Colombia perdería una oportunidad de oro para atraer inversiones, fortalecer la industrialización e insertarse en cadenas regionales y globales de valor.

La propuesta descrita significa no solamente la ruptura de unas reglas que sirvieron para la toma de decisión de negocios y de inversión en el país. Significa también un perjuicio inmenso a un aparato productivo que ha invertido más de 45 billones de pesos y que ha generado más de 147.000 empleos, de los cuales dependen las familias vinculadas a las zonas francas y las comunidades de influencia con las que se han generado cadenas  empresariales y sociales.