Sería un error para el país renunciar al fracking como técnica para extraer hidrocarburos, porque la energía más costosa es la que no se tiene, señaló el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, ACP,  Francisco Lloreda, al término de una audiencia en el Congreso sobre el Fracking convocada por la Comisión Quinta del Senado.

El dirigente gremial dijo que hoy en día el mundo sufre de una crisis energética y hay países como los europeos, que perdieron su soberanía energética al dejar que Rusia se convirtiera en su principal proveedor de gas, olvidando la exploración y explotación en cada nación.

Según Lloreda en Colombia ya hay una serie de alarmas en este campo. El alza desmesurada de la electricidad en la costa Atlántica, la hidroeléctrica del Guavio que está a punto de apagarse, la discusión sobre si se mantiene o no el subsidio a la gasolina, son temas que hacen que se piense muy en serio en la soberanía energética.

Ante esta situación, dijo el dirigente gremial, un país, Inglaterra, que tenía prohibido el fracking, lo acaba de reactivar para buscar seguridad en el suministro de energía, ya sea con petróleo o con gas para generar electricidad.
 
Por lo anterior es importante que en Colombia no se le cierre la puerta la esta práctica de exploración y explotación de hidrocarburos, “hay que dejar que por lo menos se realicen los pilotos, son dos pozos y si los resultados confiables, pues se adelanta el proceso y si los pilotos son negativos pues se dejan a un lado. 

Reservas
Lloreda en diálogo con Ecos del Combeima dijo que las reservas de gas y de petróleo dan para entre seis y ocho años, aunque el país ha ven ido alargando poco a poco ese plazo.

Sostuvo que es urgente encontrar nuevas fuentes de petróleo y gas para garantizar el desarrollo del país. No se puede depender de otros, tal y como está ocurriendo en Europa, reiteró el dirigente.

Sobre el alza en los combustibles Lloreda señaló que es un tema de fondo y que el Gobierno tiene un problema muy grave en sus manos. Pues los recursos que se usan para el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles, si se eliminan los subsidios pueden ser usado en inversión social, o solamente usarlos cuando la situación de altos precios de los carburantes lo ameriten.