El aplazamiento del Jamming Festival, evento que esperaba convocar a unas 140 mil personas en Ibagué durante este puente festivo, deja un fuerte impacto en la economía regional. 

Decenas de comerciantes, emprendedores, empresarios del sector hotelero y turístico, transportadores y personal de logística vieron como se esfumó su oportunidad de negocio y quedaron expuestos a millonarias pérdidas.

Tan pronto se conoció la noticia, se empezaron a conocer testimonios de jóvenes que tenían sus expectativas económicas en este fallido evento.

“Teníamos todo listo para recibir más de un centenar de visitantes en el hotel, ubicado en Picaleña. Invertimos en la adecuación de lugar”, relató Susan Porras, empresaria que veía en este evento la esperanza de reponerse de los efectos económicos que deja la pandemia.

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Eduardo Casabianca, un joven emprendedor ibaguereño, se quedó listo con el montaje del Back jump, una gigantesca bolsa de para saltar al vacío que prometía ser una novedosa experiencia para los asistentes a ese festival.

Varios de los damnificados del Jamming Festival en Ibagué han acudido a las redes sociales para encontrar compradores para sus tamales, sándwiches, hamburguesas y todo tipo de comestibles guardados.

Otros, que pagaron por un espacio para vender diversos productos en Playa Hawai, están a la espera que la organización del Jamming les devuelva ese dinero.