Nada entendible
Definitivamente no se a que juega el actual gobierno, cuando afirma que no tiene caja, sin embargo, acaba de expedir el Decreto 272 del 11 de marzo del año en curso, con el cual se aprueba una “prima adicional” no menor al 30% ni mayor al 70% del salario, a todos los Magistrados de las diferentes Cortes, no creen que es contradictorio.
Otra perla, el gobierno constituyo una comisión de expertos en temas tributarios con personajes nacionales e internacionales de altísimo nivel, comisión que reconoció que el sistema tributario que tiene Colombia es el menos competitivo del mundo, a tal punto que concluyeron “que es mejor invertir en el exterior que invertir en Colombia, que es preferible trasladar las plantas de producción al exterior”. Pero lo triste está en que las recomendaciones presentadas por esta comisión en un alto porcentaje no tuvieron eco en el gobierno. La pregunta es ¿a qué juega el gobierno?
En el mismo sentido el economista Eduardo Sarmiento Palacio, viene afirmando que el déficit fiscal que hoy tiene el país se debe a su modelo económico, el cual le viene generando un hueco fiscal insostenibles de 8 y 9% del PIB en los últimos años. Si a lo anterior, se les suma las exenciones aprobadas a los grandes capitales en la reforma anterior, el derroche en el gasto público, el exceso de burocracia, es sencillo concluir, “no habrá plata” que alcance como decía mi abuela. Sería interesante conocer en qué porcentaje viene creciendo la planta de personal del Estado año tras año y su respectiva justificación. Así como conocer qué sentido y que costo tiene las nóminas paralelas existentes en la gran mayoría de las instituciones del Estado
Tampoco es entendible que el presidente una vez que tiene la soga al cuello salga a decir que no sabe en qué momento se incluyó IVA a los servicios funerarios, pregunta ¿Quién gobierna este país? Además, el señor ministro de hacienda, advierte que de no aprobarse la reforma se tendría que acabar con los diferentes programas sociales para la población vulnerable, pregunta ¿en qué estamos?
Muchos somos conscientes que el país requiere una reforma tributaria, con lo que no estamos de acuerdo es con la estructura, forma y el momento en que se está presentando. Siempre he sido amigo de las reformas estructurales y no de las reformas coyunturales, ya que estas últimas solo resuelven una situación del presente, pero trasladan la enfermedad al futuro.
No es entendible que no se discuta las recomendaciones planteadas por la Comisión de Expertos, tampoco es entendible que no se discuta la propuesta que presento la ANDI, y mucho menos es entendible que sea en medio de una pandemia, que ha generado pobreza, desempleo, que tiene en la quiebra a más de un empresario, que se busque aprobar una reforma tributaria con un nombre sofisticado para endulzar el oído a la población vulnerable, y donde la clase trabajadora juntos con los pensionados son los sacrificados.
Por qué tantas evasivas, ¿por qué tanta improvisación?, ello es lo que tiene indignado al pueblo colombiano. Cuando será que tendremos una política económica cuyo objetivo sea lograr un crecimiento económico que incentive la creación de empresas y por ende se genere nuevos empleos, en lugar de estar creando programas asistencialistas. ¿Cuándo?
¿Por qué no se eliminan las exenciones a los grandes capitales?, ¿por qué no se grava las bebidas azucaradas?, ¿por qué no se gravan con tarifas diferenciales sectores con grandes utilidades como el financiero y el oro?¿por qué no se persiguen los grandes capitales que están en los paraísos fiscales?, ¿por qué no se reduce el gasto publico empezando por reducir el Congreso?, ¿por qué no se reduce la burocracia estatal?, ¿por qué no se combate la corrupción? Será que el ministro de hacienda en su formación de economista y en sus estudios de finanzas públicas solo curso y aprobó la asignatura “Impuestos”.
Dada la situación del país y el tipo de propuesta que se presenta, me reitero en “NO A LA REFORMA TRIBUTARIA”.