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Empresarios piden al Gobierno no modificar tablas de autorretención

Advierten que esta clase de decisiones empiezan a comprometer el crecimiento de este año y el del futuro.
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Bruce Mac Madster, presidente de la ANDI.
Crédito
ANDI
25 Abr 2025 - 8:36 COT por Alfonso Aya Roa

La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, presentó una serie de comentarios al Proyecto de Decreto publicado dia 10 de abril de 2025, por medio del cual se modifica el Decreto 1625 de 2016 Único Reglamentario en Materia Tributaria en lo relacionado con las tarifas de autorretención y bases mínimas para practicar retención en la fuente.

En una carta enviada al ministro de Hacienda, Germán Ávila, los empresarios indican que este proyecto de decreto es inconveniente y no está suficientemente motivado. Su emisión, podría conducir a una sobreestimación de los ingresos fiscales de este año, lo que deterioraría la situación de las finanzas públicas e impactaría negativamente el flujo de caja del sector productivo en el corto plazo.

Para la ANDI, de acuerdo con las estimaciones de la DIAN, el proyecto de Decreto recaudaría, por adelantado, al menos $57,8 billones del impuesto sobre la renta del año 2025. 

Sin embargo, este aumento de las retenciones no se justifica técnicamente por una modificación de las normas tributarias que incrementen el valor del impuesto final a cargo, ni tampoco mejoras en la rentabilidad de los sectores impactados..

Esta situación ya ocurrió con el Decreto 261 de 2023, cuando se aumentaron significativamente las tarifas de autorretención, más allá de la capacidad real que tenía el sector productivo de generar impuestos, Como consecuencia, se presentó disminución en el recaudo tributario neto del año 2024, pues las empresas arrojaron saldos a favor, solicitaron la devolución y pagaron sus obligaciones con títulos de devolución de impuestos, TIDIS.

Explica la carta que, si se elevan tarifas de retención más allá del impuesto a cargo, el resultado no es otro que obtener un menor recaudo tributario neto en el futuro, generar mayores saldos a favor, y, aumentar los costos financieros para las empresas, en la medida en que la escasez de capital de trabajo se traducirá en un mayor endeudamiento empresarial.

Los empresarios hicieron un llamado al Gobierno a no cometer errores del pasado, guardar prudencia en la estimación de los ingresos públicos y cuidar el capital de trabajo de las empresas, y solicitaron reconsiderar la adopción de este Decreto.

En concreto, el proyecto de Decreto plantea un nuevo aumento de las tarifas de autorretención especial del impuesto de renta para más de 270 actividades económicas de los sectores manufacturero, agropecuario, construcción, extractivo, servicios, comercio, financiero, entre otros, con incrementos de que van desde el 4% al 218% de la tarifa de retención actual. 

 

Los sectores afectados

Por ejemplo Hospitales, clínicas, apoyo diagnóstico y terapéutico, transporte, puertos y aeropuertos, restaurantes, seguros generales y de vida, alojamientos, servicios financieros, culturales, educación, construcción, inmobiliarios, pompas fúnebres y otros servicios: la autorretención especial de renta pasaría de 1.10 % al 3,5 %, con un incremento del 218 %.

Extracción de gas natural: la autorretención especial pasaría de 1,8 % al 4,5%, con un aumento del 150 %.

Producción de alimentos para animales, bebidas fermentadas (nos destiladas), agricultura (cultivos, cría, servicios agropecuarios), textiles, calzado, papel, refinación de petróleo, químicos, detergentes, farmacéuticos, plásticos, vidrio, productos metálicos, transformadores, autopartes, maquinaria, motocicletas, otras manufacturas, comercio de artículos al por mayor y por menor, entre otros: la autorretención especial de renta pasaria de 0,55 % al 1.20 %, con un aumento del 118 %

Extracción de hulla (carbón de piedra), generación y comercialización de energía, producción de gas: la autorretención especial de renta pasaría de 2.20 % al 4,50 %, con un incremento del 105 %

La extracción de oro tendría un aumento de la retención del 88 %, otros minerales uno del 66 % y la extracción de crudo tendría un incremento del 4 %.

Adicionalmente, el proyecto plantea una disminución a la base mínima para practicar la retención de renta en la prestación de servicios de 4 UVT ($199.196) a 2 UVT ($99.596), para todos los sectores, también bajaría los mínimos para la retención en servicios agrícolas, pecuarios y compra de café y aumentaria la retención de renta por la compra de oro por sociedades de comercialización internacional del 1 % al 2.5 %.

Esta variación tan significativa y generalizada de las retenciones podría incrementar temporalmente el flujo de caja del Estado en el año 2025, pero tendría implicaciones fiscales negativas en el año 2026 y siguientes, en caso de que el impuesto declarado por los contribuyentes sea menor que el valor de sus retenciones, tal como sucedió en 2023.

Según el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, si las normas tributarias que dan lugar a mayor recaudo permanente del impuesto de renta no han cambiado para la mayoría de sectores, se debería demostrar que existen aumentos en la rentabilidad o una brecha entre recaudo bruto y neto que justifiquen un incremento en la retención en la más de las 270 actividades económicas.

Dijo que la parte motiva del proyecto de Decreto apenas menciona una mejora en el comportamiento de algunos sectores como la agricultura y ganadería, actividades artísticas y la construcción de obras civiles, sin embargo, no señala cuáles son los Indicadores que permiten justificar el incremento de las retenciones de forma permanente. 

Es decir, señaló el dirigente, el proyecto de Decreto se justifica en un comportamiento favorable temporal, si se quiere, estacional de algunos sectores, pero no demuestra por qué existe una mejora en la rentabilidad o una brecha permanente entre las retenciones en la fuente y el impuesto a cargo, que permita aumentar las tarifas de retención de forma tan generalizada.

De hecho, en los primeros meses del 2025 los empresarios han enfrentado un panorama complejo. La geopolitica internacional ha sido bastante volátil traduciéndose en un ambiente de incertidumbre que dificulta la toma de decisiones y se traduce en una desaceleración económica y unos mercados cada vez menos dinámicos

A lo anterior se suma una coyuntura interna con un aumento en costos fijos y variables que, antes que mejorar su rentabilidad y capacidad de generar impuestos, por lo contrario, la disminuye.

Si bien los pronósticos para este año apuntan hacia un crecimiento económico ligeramente mejor en Colombia, este se verá entonces impactado por un cambio en las reglas de juego y un menor capital de trabajo en las empresas. 

De hecho, los resultados del ISE del periodo de enero-febrero registran un bajo crecimiento y en las actividades primarias y secundarias hay decrecimiento, con tasas de -0,5 % y -1.4 %, respectivamente. Por su parte el fondo monetario internacional en su informe de perspectivas de abril 2025 revisó a la baja el pronóstico de crecimiento de Colombia para el año completo, de un 3 % a 2.4 %. Se trata entonces de un contexto donde se empieza a comprometer el crecimiento de este año y el del futuro.