El sistema atraviesa momentos críticos. Sin acciones rápidas y claras que propendan por el cumplimiento de los pronunciamientos de la Corte, el sistema seguirá debilitándose hasta volverse insostenible, afectando a los millones de usuarios que hoy están cubiertos, aseguró la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF.

El centro de estudios económicos indicó que la reforma a la salud debe contemplar más allá de la atención primaria, mecanismos que fortalezcan financieramente el sistema actual y que le permita responder a las nuevas realidades del país. 

De no hacerlo, se generará un enorme retroceso en el acceso a los servicios de salud que el país ha ganado en las últimas décadas.

Así las cosas, el papel del Senado en el debate de la reforma es trascendental. De la Cámara Alta del Congreso depende el futuro del sistema, que atraviesa hoy una crisis sin precedentes.

Para ANIF, “si bien nuestro sistema ha logrado un aseguramiento universal, enfrenta retos estructurales y presupuestales, los cuales se han acentuado en los últimos años y factores como el déficit presupuestal, el aumento de la demanda en servicios de salud y la insuficiencia de la UPC, han generado presiones que podrían llevar a un “apagón” en la prestación de servicios de salud.

Según la Asociación, hay una insuficiencia significativa de la UPC en los últimos años, llegando a acumular un déficit presupuestal de cerca de 20 billones de pesos. 

Tal como se ha advertido, esta falta de recursos se ha originado por la disparidad entre el incremento decretado de la UPC junto con los presupuestos máximos necesarios y las necesidades financieras del sistema. 

En un estudio colaborativo junto con AFIDRO, se evidencia que el déficit acumulado en los últimos tres años asciende a $19,8 billones de pesos, con $9,9 billones correspondientes solo a 2024, $8 billones por insuficiencia en UPC y $1,9 billones en presupuestos máximos.