Mediante un oficio dirigido al presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, Alberto Montoya formalizó su renuncia a la CRC al considerar que "quienes tienen el poder de promover y financiar la competitividad del Tolima pretenden imponer su posición dominante".

Según Montoya, dicho escenario llevó a que el ente cameral tomara la decisión de no renovar su contrato a pesar de que fue producto de una convocatoria donde participaron más de 74 profesionales del Tolima, y aparentemente sin haber consultado al Comité Ejecutivo sobre su no continuidad.

Como sobre el papel estaba en condiciones de continuar en el cargo, pero sin remuneración, Alberto Montoya prefirió dar un paso al costado a partir del 13 de marzo del año en curso, lo que daría cuenta de una nueva fractura en la estructura de los gremios de la región.

"Los procesos de construcción son de largo aliento, enfocados en la planificación, organización y articulación de todos los actores. En la CRC esa es la tarea, lograr que todos nos interesemos por sacar adelante una agenda común construida con el conocimiento técnico de los profesionales de la región", sostuvo Montoya en el oficio.

Por último, manifiesta que su voluntad es que la Comisión Regional de Competitividad pueda tener un buen rumbo, y agrega que será un soldado más en la tarea de construir región.