El arranque agridulce de la economía en 2024
Las primeras cifras del año en materia de crecimiento sorprenden favorablemente. Con un crecimiento de 2.20% mensual el resultado del Indicador de Seguimiento a la Economía, ISE, se ubica como uno de los registros más altos de los últimos cuatro años. Con eso, el indicador alcanzó una variación anual de 1.6%, que al corregir por efectos calendario se ubicó en 1.5%, revela un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF.
Estos registros a primera vista parecen contar una historia más alentadora de la acumulada a lo largo de 2023, y si bien para algunas actividades es así, para los sectores líderes esa no resulta ser su realidad aún.
El informe del centro de estudios económicos señala que con una variación anual de 10.3% en enero, el desempeño de las actividades primarias contrasta con la trayectoria registrada desde 2020. Los altos costos de producción, relacionados con el incremento en los precios de pesticidas y otros insumos básicos, las condiciones climáticas y los requerimientos para entrar en nuevos mercados, habían obstaculizado el retorno de las actividades agropecuarias a sus niveles prepandemia.
Sin embargo, las correcciones en los costos, el cumplimiento de los requisitos para exportar y la anticipación de cultivos para afrontar el fenómeno del niño, dieron paso a un escenario muy diferente en enero.
Eso, sumado al buen comportamiento de las actividades ganaderas y de las mineras, jalonadas por la explotación de carbón, se tradujo por primera vez en un registro superior a los niveles prepandemia (103.9).
Para las actividades terciarias, dice ANIF, se observa un crecimiento de 1.0% anual en el Aunque siguen registrando variaciones positivas, en conjunto las actividades de comercio y servicio parecen haber llegado a cierta estabilidad en su capacidad de generar valor agregado, respecto a los registros previos a la pandemia. No obstante, al adentrarse en las distintas ramas que componen esta categoría se observan resultados diferenciados.
En el caso de las actividades de servicio, los resultados de enero fueron positivos para la mayoría de los renglones. Sobresalen las ramas de administración pública, educación, salud, y las actividades de entretenimiento y recreación que registraron un crecimiento de 3.7% anual, así como las de suministros de servicio públicos que se expandieron 4.4%.
Esos resultados se encuentran relacionados con el incremento de bonificaciones y de contrataciones en el sector público y de defensa, así como del crecimiento de los servicios y prestadores de salud.
Contrario a esos resultados, el comercio continuó registrando contracciones. Para enero la caída se ubicó en 1.3% respecto al mismo mes de 2023. Este resultado no sorprende, la reducción de 3.9% en las ventas del comercio minorista, publicadas el 15 de marzo en la Encuesta Mensual de Comercio, continúan reflejando la débil emisión de cartera y la menor capacidad de compra de los hogares.
El panorama de las actividades secundarias se mantiene desalentador. Por onceavo mes consecutivo este conjunto de actividades se ubica en terreno negativo con una caída de 5.0% anual.
La permanencia de esta tendencia ha llevado a que, pese a los buenos resultados de 2021 y 2022, las actividades se ubiquen nuevamente en niveles inferiores a los registrados en la prepandemia. Ese resultado responde a los malos registros tanto de la industria como de la construcción, indicó ANIF.
Desde finales del primer trimestre de 2023, la industria presenta contracciones en sus niveles de producción. Para enero de 2024, esta disminución se ubicó en 4.3%, reflejando las afectaciones de las menores ventas del comercio y la menor dinámica del sector construcción.
De hecho, la situación de la construcción resulta ser más negativa. Con más de 20 meses de disminuciones en las ventas de vivienda y el incremento sostenido de los desistimientos de vivienda, no sorprende que las iniciaciones de vivienda en enero se ubiquen en -5.4% anual
A eso, además, se le suma el mal desempeño de las obras civiles en la mayoría de sus categorías. De ahí que, los resultados del primer mes del año no pueden ser sinónimo de “recuperación”.
La dificultad de los sectores líderes de retornar a sendas de generación de valor agregado positivas permanece y con esto las perspectivas de crecimiento moderado de la economía para 2024.