Osman Olaya, empresario propietario de la empresa Karpar y quien tiene inversiones en la ciudad, al igual que Iván Mantilla, propietario de un lote y parqueadero del centro, nos contaron sus casos puntuales.

“Parece que mi lote debe tener una gran riqueza en el subsuelo porque de un avalúo de 24 millones, pasó a costar 345 millones de pesos, un incremento del 700 por ciento en un lote que tiene 12 x 15 metros, pagué 877 mil pesos en el año anterior y ahora el recibo me llega por más de 4 millones 600 mil pesos me incrementan la tasa en un 500 por ciento y el patrimonio en 700 por ciento, esto me sube los impuestos y el pago de obligaciones como la tarjeta militar de mis hijos que está próxima”, expresó Olaya.

Agregó: “los ibaguereños debemos pellizcarnos porque no es justo que un loco venga y haga lo que quiera y todos lo aceptemos sin hacer nada”, a través de estos cobros nos están incrementando el patrimonio y a muchos nos van a poner a pagar más declaración de renta y a muchos los van a cambiar de régimen para obligarlos a declarar en otro régimen ante la DIAN”.

Por su parte el ex director de Atención y Prevención de Desastres de Ibagué, Iván Mantilla dijo que hay muchas irregularidades y se está evidenciando que no hubo el rigor técnico en un proceso que presenta fallas muy notorias.

“Tengo en el centro de la ciudad, un lote de la familia con un área de 404 metros cuadrados, el avalúo subió de 166 a 492 millones de pesos, el IGAC parece que hizo el avalúo con la foto de un “dron” y me colocan que tengo construidos 378 metros cuadrados cuando sólo he construido 150 metros y aparezco con 200 metros más de construcción, pasé de pagar 3 millones a cobrarme más de 7 millones en este año, he hecho el reclamo en el IGAC y me dicen que al parecer hubo un erro, lo mismo me dijeron e la Secretaría de Hacienda pero nadie soluciona el supuesto error”, expresó.

Dijo que le extrañan las declaraciones de hace unos meses del secretario de hacienda quién manifestó que los ibaguereños éramos excelentes y cumplidos con nuestras obligaciones con la ciudad y ahora manifiesta que “somos tacaños”, dijo que es insólito, que no sabe de cuando acá cambió de pensamiento y no se explica el afán de la administración por sacarle la plata del bolsillo a los ibaguereños.