Dos orgullos tolimenses
Por ello, para el Tolima es bueno destacar dos hechos que alientan la esperanza y se convierten en ejemplo de perseverancia y tesón. Destacar el homenaje que la Emisora Ecos del Combeima le hace a nuestro insigne escritor William Ospina.
Destacarlo como el gran orgullo tolimense este 28 de abril, es un total acierto. William Ospina no deja de trascender. Es en la actualidad, uno de los pensadores de más prestigio en el país. La columna que escribe en la edición dominical de El Espectador se encuentra entre las más leídas e influyentes.
William Ospina, todo un orgullo de Padua Tolima para Colombia y el mundo. No se puede dejar de mencionar que los años maravillosos de la infancia de William Ospina transcurrieron en el corregimiento de Santa Teresa en el hermoso Líbano. Allí estudió su primaria. De ahí, en buena hora, que se le haya dado la adopción como hijo ilustre de Líbano, tierra de escritores.
Otro hecho de importancia manifiesta es la llegada a los 45 años de vida de la editorial tolimense Pijao Editores. La labor desplegada por este reconocido sello editorial ha permitido llevar la literatura a todos los rincones de Colombia.
Pijao Editores ha sido investigación y difusión con solvencia y calidad de la literatura colombiana. Lo más importante, es la oportunidad que a lo largo de estos 45 años de encomiable trabajo, les ha brindado a tantos escritores noveles.
Pijao Editores se convirtió en la oportunidad para que muchos escritores pudieran dar a conocer su obra literaria. Ahí está la gran tarea cumplida. Gracias a Carlos Orlando y Jorge Eliécer Pardo, pioneros, visionarios y comprometidos con la cultura tolimense.
Por fortuna tenemos muchos orgullos tolimenses.
Acierto, entonces, que un medio de comunicación como Ecos del Combeima los destaque.