Sorprendidos, así quedaron jugadores y cuerpo técnico del Real Madrid cuando James Rodríguez llegó al primer entrenamiento del año custodiado por la policía española.

Según la fuerza pública de ese país, el colombiano habría excedido los límites de velocidad cuando conducía un Audi R8 a 200 km/h  y no habría atendido el llamado de los agentes que le exigían su detención a través de un altavoz.

Por el momento no se conoce ningún tipo de denuncia en contra del futbolista así como tampoco se ha habido un pronunciamiento por parte de las directivas del club.

Cabe recordar que recientemente el francés Karim Benzema tuvo que rendir cuentas ante un juzgado por un caso similar que terminó con la anulación provisional de su tarjeta de conducción.