Ayer se enfrentaron Medellín y Millonarios en partido correspondiente a la fecha 12 de la Liga Águila, y la atención natural que debería estar centrada en lo netamente deportivo, se orientó hacia un bochornoso hecho que da cuenta de la creciente violencia que hoy vive el Fútbol Profesional Colombiano.

Durante una acción cercana a la tribuna laterla norte, David Silva, volante del equipo 'albiazul', se percata de cómo le arrojan una navaja desde la gradería, y aunque el arma blanca no terminó impactándolo, sí le hubiera podido generar graves lesiones.

Al respecto, Carlos Ortega, quien ofició como juez central, recibió el arma blanca de manos del jugador y se la entregó al cuarto 'referee' para que consignara los hechos en el reporte arbitral. Pese a que Millonarios argumentó falta de garantías, el compromiso continuó con normalidad.

Se espera que la División Mayor del Fútbol Colombiano (DIMAYOR) se pronuncie hoy al respecto y emita una sanción ejemplar ante la gravedad de la escena, máxime cuando los hinchas del DIM en el clásico 'paisa' ya habían cometido actos violentos en las afueras del estadio.