El comienzo no fue el mejor, Deportes Tolima encaró la fase regular de la Liga Águila l - 2018 en medio de la incertidumbre por lo que para entonces era un fútbol intermitente enmarcado por derrotas que hacían pensar que ni siquiera se iba a lograr el objetivo inicial: meterse dentro de los ocho mejores.

Las fechas fueron transcurriendo y el equipo 'Vinotinto y Oro' empezó tomar forma, la estrategia de Alberto Gamero comenzó a arrojar resultados y la afición nuevamente se ilusionó, y con sufrimiento y esperanza se fueron superando uno a uno los escalones de esa difícil escalera que conduce hacia el firmamento.

Cada partido representó la oportunidad de soñar, al fin y al cabo el fútbol es de esperanzas, de amores y sin sabores, de dolores y de ambiciones, el fútbol es así, a veces tan absurdo que ni siquiera la lógica se atreve a acercarse a los estadios, y quizás esas características fortalecieron aún más las ganas de un pueblo.

Tantas fueron las derrotas en instancias definitivas que la afición tolimense se volvió inmune al dolor, en realidad no había nada que perder, anoche cualquier cosa era ganancia, y no por ser conformistas, sino porque a veces la 'chequera' del rival pesa más que el mismo funcionamiento de los 11 jugadores.

¡Deportes Tolima campeón! Hoy podemos gritar con orgullo: ¡Deportes Tolima campeón!