Una 'pelea de tigre con burro amarrado', así es como ve la mayor parte de la afición del Deportes Tolima la disputa -futbolística- entre Sergio Mosquera y Julián Quiñones por un puesto en la formación titular, 'batalla' que hasta el momento curiosamente sigue favoreciendo al ex-defensor de Independiente Santa Fe.

La llegada de Sergio el semestre anterior representó un cambio 'del cielo a la tierra' en la zona posterior del equipo, por tal motivo, sólo necesitó de algunos partidos para afianzarse en la defensa y quedarse -sin discusión alguna- con un cupo asegurado en la plantilla principal.

No sólo sus cualidades defensivas sino también su evidente técnica -muchas veces ajena a los jugadores de esa posición- hicieron que se convirtiera en un referente del 'vinotinto', incluso cambiando el estilo agresivo y torpe al que estaban acostumbrados los hinchas por un fútbol de salida con balón dominado y claridad en la entrega, así juega Sergio Mosquera.

Su ausencia en la temporada 2017 estuvo marcada en un principio por la jornada de suspensión que tenía acumulada desde el semestre anterior, pero cuando todos esperaban su regreso en la segunda fecha (en donde fue suplente) la parcial tolimense se vio ampliamente sorprendida al encontrar nuevamente a Julián Quiñones, de muy discreto rendimiento en su balance general desde que llegó al Deportes Tolima.

Atrás quedó la ilusión de volver a ver la 'pareja maravilla': Torijano y Mosquera, atrás quedaron las salidas en limpio desde la zona posterior, atrás quedó esa entrega clara de pelota desde la defensa, atrás quedó el salir jugando con balón dominado, pues Deportes Tolima entiende que Quiñones debe ser titular y Mosquera suplente.

Habrá que esperar a ver qué pasa luego del protuberante error -apenas uno de tantos- que registró Julián en el juego ante Alianza y que significó el gol de los aurinegros, por ahora la 'pelea de tigre con burro amarrado', en contra de la 'ley de la naturaleza' sigue favoreciendo al último.