En las últimas semanas el Tolima ha sido afligido por una oleada de calor que ha afectado a los 47 municipios del departamento, se han presentado incendios forestales tanto en la zona urbana como en la rural y estos últimos han destruido miles de hectáreas poniendo en riesgo no solamente los cultivos sino también la vida de muchas personas, en este sentido el director de Cortolima refirió que “el Fenómeno del Niño fue alertado en el último trimestre del años 2014 a partir de ayer todas las entidades estatales empezamos a formular nuestro plan de contingencia, en primera instancia se había anunciado que éste se extendería hasta el segundo trimestre del 2015 sin embargo organismos internacionales confirmaron que el Fenómeno del Niño viene en un proceso de maduración que ha desembocado en incendios forestales por todo el país, pese a todo el plan de contingencia y a la alerta que se elevó a los municipios la realidad nos ha colapsado porque en este momento atendemos entre 12 y 15 incendios diarios por lo cual estamos haciendo un llamado urgente a los agricultores para que eviten la quema controlada tradicional dado que en esto momento es muy peligroso, ya se han reportado más de 6500 hectáreas perdidas entre bosques y pastos”.  

El ambientalista y analista político Jorge Enrique Palacios comentó que el día ayer se participó en una cesión de trabajo técnica en la ciudad de Bogotá ante el Min de Ambiente cuyo tema central fue la regulación de las tarifas por uso del agua, la cual es un instrumento financiero que soporta las inversiones que se hacen en la región por las cuencas de los ríos de la región, se concertó otra jornada de trabajo para proponer la modelación de la tasa por uso, la cual pagan los usuarios que acceden a través de las entidades de riegos o de las entidades que autoriza la corporación autónoma, al suministro del agua. 

Proyecto “Ojos Verdes”

Hace aproximadamente un mes la emisora Ecos del Combeima realizó un especial sobre el río Chipalo,  en el cual se pudo visualizar el grado de contaminación y abandono al que ha sido sometido por parte de la administración municipal y la misma comunidad rivereña. Llamó nuestra atención que en la mayoría de puntos visitados se podía encontrar un cartel haciendo alusión al programa “Ojos Verdes” de Cortolima, sin embargo la comunidad declaraba no conocer en qué consistía  o en otros casos afirmaban que se realizaron pocas actividades por parte de jóvenes que pertenecían al programa pero que no habían tenido continuidad. 

Este esquema ambiental fue planteado desde la administración de la doctora Carmen Sofía Bonilla y continuó bajo la tutela de Jorge Enrique Cardoso, actual director de la Corporación Autónoma del Tolima, sobre este tema el funcionario indicó que “el rio Chípalo hace parte de la cuenca mayor del río Totare, nace y atraviesa toda la ciudad de Ibagué y como drenaje natural se usa para conectar los vertimientos de las casas y las urbanizaciones, el artículo cuarto de la ley de servicios públicos señala que  el responsable de prestar el servicio de acueducto y alcantarillado es la empresa legalmente constituida que para este caso sería el Ibal , la gente confunde nuestra función y terminamos como responsables, pero lo que en realidad nos corresponde según la ley 99 del 93 es realizar el seguimiento al Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos en base a eso pasamos a las acciones sancionatorias, pero somos conscientes que con multas no le solucionamos los problemas de malos olores, contaminación y deterioro de las micro cuencas”. 

Jorge Enrique Cardoso indicó que el programa “Ojos Verdes” nació como una iniciativa ambiental, donde se pretende educar a la comunidad en aspectos de prevención por lo cual explicó que “ Ojos Verdes nació hace más de seis años y  es una estrategia educativa para enseñarle a las personas que viven en el entorno de una micro cuenca a conservarla y cuidarla, en este momento hemos extendido esta iniciativa a 12 municipios por lo cual está más fuerte que nunca, le hicimos un rediseño al proyecto original con lo cual  las respuestas son más eficaces, hacemos una tarea de diagnóstico con la comunidad para saber qué se necesita y nosotros entregamos los recursos”. 

Cortolima y la Alcaldía frente al volcán Guacharacos

Sin lugar a duda uno de los temas que más ha generado controversia en los últimos meses en Ibagué tiene que ver con la denuncia realizada por la emisora Ecos del Combeima con respecto al desconocimiento del Volcán Guacharacos y el cambio de usos de suelos en zonas de aptitud de producción agrícola baja que estaría permitiendo la parcelación para vivienda campestre en sectores que hasta hace poco lo tenían estrictamente prohibido. 

En este sentido Jorge Enrique Cardoso aseguró que “en Colombia se presenta una gran riqueza en cuanto a tipos de volcanes, por lo cual estas estructuras dependen de la caracterización e identificación de amenaza y riesgo por parte del Servicio Geológico Colombiano dado que la prioridad siempre debe ser preservar los derechos colectivos y la vida de las personas”.  

En este sentido el funcionario además explicó que “desde el año 2006 hacia atrás, cuando las corporaciones iniciaron la formulación y reglamentación de las cuencas no se tenía la necesidad de vincular al Pomca el componente de gestión del riesgo, cuando se presentó la oleada invernal en el 2011 se vio la necesidad de incorporar este componente de gestión del riesgo en los instrumentos de planeación, posteriormente surgió una normatividad por el Min. Ambiente, por lo cual a través de unos recursos de Cortolima, el Ibal, la Alcaldía, el Min. de Ambiente y el Min. de Vivienda contratamos el estudio de vulnerabilidad y riesgo de la zona urbana y rural de Ibagué, estas imágenes que nos entregaron en ese entonces nos servirán para iniciar la caracterización del Guacharacos ya que el SGC se comprometió con nosotros a ayudarnos con este tema”.  

En este sentido Jorge Enrique Cardoso ratificó que es al alcalde municipal a quien le corresponde la identificación del Volcán Guacharacos e incluirlo en el POT a través de la Secretaría de Planeación y Cortolima cumple con una función de revisión y concertación desde el componente ambiental. Es importante aclarar que la Corporación Autónoma cumple una función muy importante en cuanto al uso de suelo que se le otorga a cada zona del municipio ya que son los encargados de realizar una zonificación en donde se determina qué actividades se pueden llevar a cabo, si es urbano, rural o una zona de expansión y cuando la Alcaldía entra a formular el POT debe tener en cuenta a Cortolima pues como máxima autoridad ambiental debe entrar a concertar el uso del suelo con ella, sin embargo en el caso del actual POT esta concertación fue burlada porque tras muchas mesas de trabajo finalmente la administración terminó por incluir usos compatibles que en ningún momento Cortolima aprobó, además según el acuerdo  026 del 2007 donde se zonifica y se establecen las prohibiciones de uso de suelo del Pomca Coello se estipula claramente que está prohibido parcelar y construir vivienda campestre. 

Bajo estos parámetros hace algunas semanas Cortolima inició el proceso sancionatorio y suspendió las obras que se están iniciando en las laderas del volcán Guacharacos por cual Jorge Enrique Cardoso afirmó que “estamos a la espera que el municipio tome la iniciativa, la Corporación ya tiene listo el cuerpo de imágenes para cuando venga el SGC podamos iniciar el estudio del volcán pero quien tiene la competencia de iniciar los procesos sancionatorios por violaciones urbanísticas es la Alcaldía municipal , pero debemos precisar que desde la Corporación bajo su competencia ambiental ya tenemos adelantado un proceso sancionatorio, producto de las inquietudes de la comunidad y de Ecos del Combeima”. 

Los ‘lapiceritos traviesos’ de la concertación ambiental 

Hace algunos meses el director de Cortolima denunció que la Alcaldía había burlado el proceso de concertación ambiental ya que había incluido usos del suelo que no están permitidos y denominó a este hecho  “lapiceritos traviesos”; en este sentido Jorge Enrique Cardoso afirmó que “debemos señalar que el Pomca es norma de carácter superior ante todas las modificaciones que se adelanten en la revisión o ajuste de un POT y se debe concertar con la autoridad ambiental, duramos 2 años en un proceso de concertación y tuvimos más de 34 mesas de trabajo, en un proyecto de acuerdo planeamos concertar en abril 22 y como todos saben se decretó el POT en diciembre anterior por decreto, luego me invitaron al Concejo para un control político y no me dejaron hablar. Se burló la concertación ya que en los parámetros del Pomca habíamos hecho la concertación del uso de suelo en la zona de mitigación de impacto, donde se especificaba que la parcelación era un uso prohibido pero sin más apareció como uso compatible”.  

En el acuerdo 116 se especifica que en estas zonas no se puede parcelar dado que son zonas de producción agrícola por lo cual Cardoso afirmó que “lo único que habíamos concertado era la vivienda campesina, siempre estuvo claro que debían primar los usos del suelo, el tutor del Pomca es Cortolima y mientras los Pomca se construyen con una participación activa de la comunidad, el POT fue adoptado por decreto, además según el Pomca siempre ha estado prohibido parcelar desde el año 2006 en adelante, es exactamente igual a la situación que se presentó en el tema de la Palmilla y por tanto lo defenderemos con la misma vehemencia que mostramos y sacamos adelante tumbando la construcción de un centro carcelario para menores en este sector”. 

Por último el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso aseveró que “nosotros tenemos claro que los usos del suelo deben respetarse en el POT de cualquier municipio teniendo en cuenta el POMCA que es la norma superior, constitucionalmente se nos reglamenta como funcionarios públicos que siempre debemos cumplir con nuestro deber por lo cual hago un llamado a los organismos de control para que investiguen, pues la Corporación hizo un estudio responsable acerca de los cambios que se surtieron debajo de la mesa: hicieron cambios en las zonas de aislamiento de la planta de aguas residuales, hicieron cambios en el equipamiento con los sistemas de movilidad, hicieron cambios en la zonificación del suelo urbano según su uso, se hicieron cambios en la regulación de la actividad industrial, el porcentaje de zonas de cesión, por lo cual los constructores deben analizar el grado de responsabilidad que deben tener ellos frente a la planeación del municipio porque la Corporación va a ser supremamente rigurosa dado que somos los tutores de estas normas.