Cortolima suspende proyecto ‘Las Juanas’ en la vereda Potrerito de Ibagué
En la tarde de hoy Cortolima dio a conocer los resultados sobre las tareas de autoridad ambiental que ejerce en el departamento, resaltando que “en visita técnica al corregimiento del Totumo, vereda Potrerito, predio Altamira; zona rural de Ibagué, funcionarios de Cortolima observaron la intervención de un área de 6 hectáreas aproximadamente con máquina retroexcavadora, que adelantaba trabajos de excavación y ocupación sobre el cauce y la zona protectora de uno de los drenajes naturales, evidenciándose la instalación de tubería sobre el mismo para adecuar el paso y dar continuidad a la vía de acceso realizada al interior del predio. Perjudicando claramente dos drenajes naturales que benefician a la quebrada La Bóveda, realizada sin el permiso ni la autorización de Cortolima, por parte de los responsables del proyecto denominado ‘Condominio las Juanas’ a cargo de la empresa de arquitectos e ingenieros F.J.P S.A.S. representada por el señor Fabio Jacobo Pérez Guzmán”.
Este proyecto urbanístico es el mismo que días atrás ha salido a relucir bajo la campaña de responsabilidad empresarial que emprendió la emisora Ecos del Combeima por la defensa de los Cerros Tutelares y que pretende urbanizar 27 parcelas de suelo rural con viviendas campestres, sin tener en cuenta que el terreno destinado para tal fin está a las faldas del domo 2 del Volcán Guacharacos.
Cortolima frente al principio de precaución
Han sido diferentes actores ambientales y sociales quienes se han mostrado en desacuerdo con la posibilidad de esta construcción no solamente porque atenta directamente en contra del equilibrio natural de la zona, la cual siempre ha sido de aptitud agrícola y eco turística, sino porque además al no existir un estudio a profundidad que determine la amenaza real que esta estructura geológica representa para las zonas de influencia, se podrían presentar a futuro emergencias similares a las que se reportaron cuando el Cerro el Machín en el año 2008 presentó fuertes movimientos sísmicos que causaron pánico en Cajamarca, Ibagué y en sectores aledaños del Volcán.
En estas zonas del Machis se construyó por desconocimiento por lo cual centenares de familias tuvieron que ser evacuadas y reubicadas para garantizar su bienestar, sin embargo en el caso de esta urbanización se conoce la existencia del Volcán Guacharacos desde la apertura de la variante de Ibagué y como mencionó la ex directora de Cortolima, Carmen Sofía Bonilla debe prevalecer el principio de precaución ya que “donde existe un volcán existe amenaza” independientemente del grado de ésta.
Cortolima por medio del comunicado estableció que “con la intervención y ocupación de cauce, se presentó la afectación por perdida de cobertura vegetal, la tala de 6 árboles de especies protectoras pertenecientes al bosque natural y la alteración al suelo. También se pudo observar que la carretera realizada como acceso al predio Altamira presenta una longitud estimada de 600 metros y 6 metros de ancho en su mayoría ‘embalastrada’, donde el suelo producto de la misma actividad en la apertura de la vía fue distribuido por la margen de la carretera y zona de potreros.”
Daño ecológico
El último aparte de la comunicación informa que “finalmente el presentante legal de la empresa constructora aseguró NO contar con los permisos de aprovechamiento, ni permiso de ocupación de cauce, y en cuanto a la licencia de construcción manifiesta estar en trámite”. Ante esta delicada situación Cortolima ejerció su pleno derecho como máxima autoridad ambiental y primer interesado en la conservación de los recursos naturales del Tolima, por lo cual suspendió toda actividad de construcción de la vía de acceso al interior del predio Altamira hasta tanto no se aclare la situación.
"En esta zona está prohibida la construcción de viviendas campestres": Jorge Enrique Cardoso
Al respecto el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso afirmó que “la Corporación materializó la medida de suspensión preventiva de todas las obras de urbanismo que estaba adelantando el constructor en el predio denominado ‘las Juanas’ porque estaban realizando actividades de ubicación de infraestructura para adelantar actividades de vivienda campestre sin el lleno de los requisitos de Planeación Municipal en especial las normas de carácter ambiental”.
Además Cardoso añadió que “en esta zona está prohibida la construcción de viviendas campestres porque el POT establece densidades y características para la construcción que no corresponden a este tipo de proyectos”.
Esta medida que hasta el momento se torna provisional ante la falta de requisitos ambientales, trae a colación el tema del principio de precaución pues si bien es cierto que Cortolima formalizó la solicitud de estudio del Volcán Guacharacos ante el Servicio Geológico Colombiano, queda el interrogante del por qué la lentitud con que se ha dado manejo a este volcán monogenético del que se tiene conocimiento desde hace más de dos décadas.