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La peligrosa moda de los tatuajes en los ojos

<p>La reciente condena de prisi&oacute;n contra un hombre con un globo ocular tatuado ha puesto en cuesti&oacute;n esta inusual forma de decoraci&oacute;n facial que empez&oacute; a usarse hace una d&eacute;cada, pero que cada vez tiene m&aacute;s adeptos.&nbsp;</p>
18 Ene 2015 - 9:07 COT por Ecos del Combeima

¿Por qué razón querría alguien tatuarse el ojo? Y, sobre todo, ¿qué complicaciones podría ocasionar esta práctica para la salud?

Jason Barnum, un estadounidense de 39 años que se declaró culpable de intentar asesinar a un policía, tiene tatuada la mitad de su cara y parte de su cabeza.

Los dibujos simulan una calavera: la mandíbula huesuda, los dientes en sus mejillas y la cavidad orbitaria en negro. Y dentro de ésta un globo ocular totalmente manchado de tinta, tatuado completamente en negro, sin una pizca del blanco original, para simular el vacío.

Por mucho que se haya reproducido el caso en los medios estos días, esta variación del tatuaje no nació con Barnum.

De hecho, el médico y filósofo griego Galeno ya escribió sobre el teñido de iris en 150 d.C.

En el siglo XIX la práctica tuvo un repunte.

Pero más recientemente, el primero en experimentar con el teñido total del ojo fue el tatuador australiano que se hace llamar Luna Cobra, hace diez años.

"Fantasía en el día a día"

Luna Cobra, lejos de querer que sus clientes parecieran diabólicos, pretendía replicar a los personajes de ojos totalmente azules de la película de ciencia ficción de culto "Dune", del director David Lynch.

"Cada año se solía celebrar en Canadá una convención sobre modificaciones corporales", recuerda Luna Cobra.

"Un año un viejo amigo me mostró una fotografía suya modificada con Photoshop en la que se le veían los ojos azules como los de 'Dune'. Y le dije: 'Creo que eso se puede hacer realidad'".

Al día siguiente, el artista del tatuaje tomó una jeringa y practicó con tres valientes voluntarios.

"Soy consciente de lo loco que esto suena, pero llevaba toda la vida haciendo este tipo de cosas, así que no partía de cero", matiza.

Su técnica, que ha ido modificando con los años, incluye la inyección de pigmento directamente en el globo ocular, de manera que éste quede bajo la delgada membrana que cubre el ojo, la conjuntiva.

Una pequeña inyección tiene suficiente tinta para cubrir una cuarta parte del ojo.

Y se necesitan varias para teñir por completo la esclerótica, la membrana blanca más gruesa, y para que el tatuaje sea permanente.

Luna Cobra ha tatuado los ojos de cientos de personas, en azul, verde, rojo o negro, desde Singapur a Londres, pasando por Sidney.