Fenómeno del Niño, crónica de una muerte anunciada
Cuando en el país suceden cosas que conmocionan, curiosamente se cita el título del famoso libro de Gabriel García Márquez “Crónica de Una Muerte Anunciada”; y es qué pasa con todo: con los feminicidios de mujeres que habían denunciado en todas las instancias que estaban siendo agredidas y amenazadas, sucedió con el extinto Armero, la inminente erupción del Volcán Nevado del Ruiz se hablaba con mucha antelación y no se hizo nada.
Lo mismo pasó con el desastre natural que estamos viviendo, desde el 3 de noviembre del año anterior se declaró oficialmente el inicio del fenómeno del niño, una situación climática que anunciaba fuertes temperaturas, posibles incendios y sequías, y como el título del libro, no nos preparamos y paso lo que tenía que pasar. Hasta la fecha se han registrado 906 incendios, lo que tiene a 977 municipios entre alerta naranja y roja según el Ministerio de Ambiente. Con tristeza vemos las imágenes de los miles de hectáreas arrasadas por los incendios, solo en Santander ardieron unas 300 hectáreas en el páramo de Berlín, con los frailejones que llevan siglos en formación hechos humo. ¡Que impotencia!
El fenómeno del niño estaba anunciado y diagnosticado por todos lados, pero nos cogió con los pantalones abajo y repartiendo más culpas que recursos, pues el gobierno de la “potencia mundial de la vida”, liderado por el adalid del medio ambiente en toda la galaxia, le redujo el presupuesto a la dirección Nacional de Gestión del Riesgo, que el año pasado sólo tuvo una ejecución del 10% y para los bomberos este año el presupuesto se redujo un 25%. De hecho, no se ha podido utilizar el avión Hércules, que descarga más de 3.000 galones de agua, por falta de los recursos para hacerle mantenimiento - muy buenos para hablar y muy malos para hacer.
Espero que todo esto nos sirva para aprender que la prevención no es un discurso, debe ser un hecho en el que se requiere unidad y responsabilidad. Hay que trabajar para que haya conciencia de la defensa del medioambiente, de la vida de las generaciones venideras y eso empieza desde la casa y en los colegios, se necesita también, que haya policía rural bien paga y unas Corporaciones Autónomas Regionales eficientes y rigurosas para que cosas cómo está no vuelvan a suceder y si pasa, estar preparados; de lo contrario, seguiremos con incontables crónicas de muertes anunciadas.