¿Sin vacuna enviaría a su hijo al colegio?
Mientras el Gobierno prepara la reactivación económica escalonada para proteger la vida de los ciudadanos en la medida en que se incrementa paulatinamente la productividad, los padres de familia continúan enfrentándose a la disyuntiva de enviar o no sus hijos al colegio, una vez sea levantada la medida actual que ordena el cese de actividades en los colegios de forma presencial. En efecto la educación virtual ha sido el gran desafío durante los últimos dos meses, pues los colegios públicos y privados no estaban preparados para enfrentar el desafío de la virtualidad, así como tampoco una gran parte de familias contaban con recursos para implementar la educación virtual en sus casas. Abril y mayo han sido meses donde las diferentes instituciones educativas han tenido que innovar y dar respuesta a las inquietudes que los padres de familia, que demandan descuentos o auxilios, mayor acompañamiento, calidad e incluso tiempo de clases. Mientras los colegios privados tienen el enorme reto por mantener o mejorar el nivel académico, asegurar el empleo de sus maestros y la supervivencia en general, los colegios públicos se esmeran por mantener la escolarización de sus alumnos, quienes en muchos casos no poseen computador o acceso a internet para poder acceder a sus clases. El temor ahora es que haya una masiva deserción escolar, pues por un lado están los que encuentran inútil pagar los costos actuales de un colegio privado y se han volcado a investigar e implementar alternativas como la educación de colegios virtuales con experiencia y trayectoria en lo virtual, o acudir a formación en casa a través de homeschooling y por el otro, están los padres de familia que no tienen forma de adquirir un computador y menos una conexión a Internet en sus hogares. La alternativa de brindar otras formas de educar a los niños, lejos de los sistemas tradicionales de educación, resulta atractiva para muchos padres no solamente por los costos sino porque, según los expertos en el tema, pueden enseñarle a sus hijos a su propio ritmo, brindar la posibilidad de reforzar sus habilidades o gustos a través de clases especializadas y tener una mayor posibilidad de viajar a campamentos en el mundo donde puedan reforzar sus intereses. Esto suena muy esperanzador y habría que ver cómo le va a los valientes padres que en virtud de esta situación decidieron retirar a sus hijos de los colegios para apostarle a esta nueva forma de educar. Para quienes se mantienen en el sistema de educación actual, se viene el continuar manteniendo la calma y sortear cada día con optimismo brindando apoyo a las rutinas diarias de los hijos, sumado al teletrabajo y las labores propias del hogar. El nivel de ansiedad y estrés es alto en la mayoría de las familias, situación que no es ajena a los niños, por lo que empiezan a requerir atención psicológica. No es un asunto para obviar o subestimar, pues la experiencia actual que vivimos repercutirá en futuros comportamientos de nuestros hijos.
Nos quedan dos meses para continuar brindando apoyo a nuestros hijos en esta noble y admirable tarea de enseñar; con esta experiencia muchos pudimos evidenciar el papel importantísimo que juegan los maestros en una sociedad, cuya labor representa la base de desarrollo de cualquier país. Por ahora, tanto padres de familia como colegios, deben armonizar sus intereses de cara a brindar en la medida de lo posible, lo que los niños y adolescentes necesitan para su formación académica y su formación en valores. La solidaridad debe ser mutua. Por su parte el Gobierno hará las investigaciones y mediciones correspondientes para determinar el momento oportuno para regresar a las aulas; siendo casi seguro que los niños son un vector de contagio, lo prudente es continuar con el aislamiento, pues genera un mejor impacto en la sociedad disminuir el contagio aunque se deban enfrentar y resolver a posteriori efectos colaterales de la medida. Los padres o cuidadores de los niños deben enfrentarse ahora al nuevo reto de reactivarse económicamente mientras sus hijos continúan en casa con clases virtuales y una vez terminado el aislamiento, decidir si envían o no a sus hijos al colegio, sabiendo que no hay vacuna y que pueden contagiarse aunque se guarden medidas estrictas de distanciamiento social e higiene en los colegios. Yo preferiría la seguridad de mi casa y esperaría la vacuna, mientras continuamos adaptándonos a la nueva forma de aprender, aprovechando las herramientas que nos brindan los colegios. El camino a seguir estará determinado por las necesidades y recursos de cada familia; lo importante es mantener la calma, controlar emociones y tener pensamientos positivos para experimentar entornos de armonía en el hogar y crear lindos recuerdos, mientras se continúan resolviendo las situaciones que a diario van apareciendo con el desarrollo de esta pandemia. Con seguridad el Gobierno Nacional en cabeza del señor Presidente Iván Duque, nos llevará a superar esta crisis con el menor daño posible gracias a su liderazgo, visión y capacidad de gestión.