La salud mental es un aspecto del bienestar que, desgraciadamente, muchas veces se deja a un lado. Muchas personas descuidan su estado psicológico y no buscan solución a sus problemas, lo cual, a la larga, puede generar hasta problemas físicos.

Muchas veces, los problemas psicológicos pueden estar causados por una razón específica, como pueden ser la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o una situación extremadamente traumática. Sin embargo, a veces, los trastornos como la depresión o la ansiedad, no tienen una causa aparente, sino que simplemente aparecen en la persona como cualquier enfermedad.

Es importante, entonces, conseguir ayuda psicológica lo antes posible. Es necesario acudir a un especialista que pueda fomentar una mayor introspección del paciente, además de diagnosticar algún trastorno psicológico, en caso de existir alguno. El profesional cualificado para esta tarea es el psicólogo.

Un buen psicólogo puede aplicar diversas estrategias terapéuticas para conseguir una mayor estabilidad mental en el paciente, haciendo que este trabaje para mejorar, tanto su pensamiento como su conducta. De esta forma, conectará consigo mismo y logrará encontrar las herramientas para afrontar sus problemas día a día.

Si buscas una buena terapia psicológica en Medellín, por ejemplo, lo ideal es acudir al centro Hakuna Psicólogos. En este centro cuentan con un equipo de psicólogos especializados en distintos enfoques y terapias, para así ofrecer un servicio integral y completo, que le permita al paciente entender mejor sus emociones, para así validarlas y tomarlas como parte del crecimiento y desarrollo personal, sin que le afecten sustancialmente.

Enfoques similares, pero diferentes

A la hora de buscar un especialista en salud mental, pueden surgir ciertas dudas. Y es que aunque existe la figura del psicólogo, existe también otro profesional que se centra en las enfermedades mentales: el psiquiatra. Por esto, puede surgir una confusión sobre estas dos especialidades, pues trabajan en un campo muy similar.

Sin embargo, son dos especialistas muy distintos, por lo que es necesario conocer bien sus diferencias y similitudes, antes de contratar sus servicios. Esto es para evitar tratamientos que, en ciertos casos, no sean completamente necesarios, ya que no todos requieren atención psiquiátrica, y lo mismo puede ocurrir con la atención psicológica.

La principal diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra es la formación que tienen. Un psiquiatra es un médico con especialización en enfermedades mentales, mientras que el psicólogo es una disciplina completamente distinta, que se centra en el estudio de la mente.

Hay psicólogos de muy diversas índoles, como los psicólogos deportivos o los psicólogos escolares, entre otros. Sin embargo, la variante más conocida es la del psicólogo clínico, el cual diagnostica y trata enfermedades mentales.

Otra diferencia muy grande es el tema de la medicación. Al ser un médico, el psiquiatra tiene capacidad para recetar tratamientos farmacológicos, con el fin de vencer a la enfermedad mental. El psicólogo no tiene capacidad para esto, por lo que su trabajo consiste más en la utilización de herramientas y técnicas terapéuticas para lograr el cambio en el paciente.

El psicólogo, por lo tanto, tiene un mayor énfasis en lograr que el paciente pueda encontrarse a sí mismo y llegar a ser su mejor versión, utilizando estrategias que permitan un cambio en la conducta. 

Al conocer más respecto a la mente, el profesional de la psicología proporciona las herramientas al paciente para que pueda conseguir el bienestar. El psiquiatra, por otro lado, no realiza este tipo de terapias: se limita a ajustar la medicación a los síntomas del paciente.

Es muy común también que el psiquiatra pida pruebas médicas para mejorar el diagnóstico, como pueden ser resonancias magnéticas, análisis de sangre, entre otros. Esto para tener en cuenta el estado físico del paciente y descartar otras enfermedades que tengan síntomas similares a un trastorno mental.

Como se puede ver, son dos enfoques completamente diferentes, que ofrecen sus ventajas y desventajas. Por eso, es preciso conocer la naturaleza del problema, para saber cuál es el especialista más indicado para cada caso personal.

¿A quién debes pedir cita?

Ya que conocemos las diferencias entre el psicólogo y el psiquiatra, viene la pregunta principal: ¿a cuál especialista debo acudir? Lo cierto es que la respuesta puede variar enormemente dependiendo del caso.

Se debe pedir cita al psicólogo cuando se tienen sentimientos de insatisfacción, es decir, que no se disfrutan las actividades que antes se adoraban. Asimismo, es el especialista indicado cuando el paciente tiene conflictos familiares, amorosos o laborales, así como cuando se tienen síntomas leves de ansiedad o depresión.

Por otro lado, al psiquiatra se debe acudir cuando se tienen síntomas que provocan gran malestar, como pueden ser ataques de pánico, llanto desenfrenado, insomnio, pensamientos de hacerse daño a uno mismo, entre otros. También se debe acudir a este profesional si se cree necesitar medicación.

Sin embargo, muchas veces, la mejor opción suele ser acudir a ambos especialistas. Es muy común que un psicólogo refiera a un psiquiatra, y viceversa, pues trabajar desde ambos enfoques es una forma muy efectiva de conseguir la recuperación de la persona.

Y es que la medicación tiene un rápido efecto, ayudando enormemente a la persona a sentirse mejor y solucionar sus problemas emocionales. Sin embargo, el lado terapéutico es necesario, para así aprender a que el problema no se vuelva a presentar con tal magnitud, y saber afrontarlo en caso de que aparezca de nuevo.

El trabajo coordinado entre ambos profesionales es recomendable para sacarle más provecho a las sesiones psicológicas y psiquiátricas. La opinión de dos especialistas, por lo tanto, es enriquecedora para los dos diagnósticos, consiguiendo así una visión más amplia de la realidad del paciente.

Con un tratamiento integral y completo, el paciente podrá curarse al completo, y así deshacerse de esos problemas que tanto le atormentan. La terapia psicológica es vital, y la medicación psiquiátrica puede ser un gran aliado en ese camino de recuperación, por el que está batallando la persona. Una vez terminado ese camino, podrá conseguir el bienestar mental.