En noviembre de 2021, el país cafetero alcanzó el mayor consumo de cerveza por habitante en 25 años. El sector que fabrica esta bebida alcohólica produce más de 20 millones de hectolitros cada año para satisfacer la demanda nacional, evidenciando su popularidad en el país.

Cabe resaltar que diferentes investigaciones han documentado los posibles beneficios que tendría el consumo esporádico de cerveza para el sistema óseo, inmunológico y cardiovascular de las personas, haciéndolo mesuradamente.

Esta bebida es fabricada con ingredientes naturales como el agua, la cebada malteada, el trigo y lúpulo, y contiene nutrientes y minerales como el silicio, potasio, magnesio, además de ser baja en sodio.

Además, la cerveza le aporta al organismo vitamina A, B, D, E y polifenoles que pueden ayudar a mejorar el sistema circulatorio. Esto se debe al gas carbónico que aporta esta bebida favoreciendo la circulación sanguínea de la mucosa bucal, lo que incluso puede tener beneficios en la digestión.

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En todo este proceso hay un ingrediente clave: el lúpulo. Este contiene xanthohumol, un antioxidante natural, y según algunos estudios realizados, sirve para disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos.

Esto contribuye a evitar algunas enfermedades cardiovasculares como los infartos. Eso sí, los beneficios que generaría la cerveza están relacionados con su consumo moderado, pues beberla en exceso puede traer efectos nocivos para la salud.

La Sociedad Española de Hipertensión y el Centro de Información de la Cerveza y Salud, manifestaron en una publicación en el 2017 que esta bebida por su bajo contenido en sodio puede ser beneficiosa para los pacientes que tengan hipertensión.

Finalmente, los estudios realizados afirman que este no es un tratamiento definitivo contra esta enfermedad y los pacientes que la padezcan deben tener una buena alimentación, con porcentajes de frutas, verduras, pescados y un bajo consumo de sal.