Con la firme intención de aclarar todo tipo de dudas, la Iglesia Católica explicó que "no es lícito" para la institución eclesiástica otorgar una bendición para las relaciones entre personas del mismo sexo, pronunciamiento el cual fue necesario después de que en algunos ambientes eclesiásticos surgieran dudas sobre este tema, dicha declaración de caracter publica fue aprobada en Roma por el papa Francisco y posteriormente emitida a la opinión pública.

"No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo", escribe la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cual es el órgano encargado de custodiar la correcta disciplina católica, 

Por medio de un "Responsum ad dubium", lo cual refiere a entregar respuesta a una duda aprobada por el papa Francisco respondió negativamente a esta pregunta que se hacían algunos sacerdotes: ¿la iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo? La respuesta de la institución fue tajante y clara: “Se responde negativamente”.

La Congregación para la Doctrina de la Fe, que dirige el cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, matiza que “Dios ama a cada persona, como también lo hace la iglesia rechazando toda discriminación injusta”. 

Se subraya, además, que “la declaración de ilicitud de las bendiciones de uniones entre personas del mismo sexo no es, por tanto, y no quiere ser, una discriminación injusta, sino reclamar la verdad del rito litúrgico y de cuanto corresponde a la esencia de los sacramentales, tal y como la iglesia los entiende”. 

Finalmente, la maxima autoridad religiosa, realizó un llamado a la comunidad cristiana a acoger con respeto y delicadeza a las personas con inclinaciones homosexuales.