Enfermedades profesionales modernas que ya afectan a los colombianos
Durante el 2017, 19.310 colombianos se enfermaron presuntamente por factores relacionados con las tareas propias de sus trabajos, sin embargo, solo 9.661 de esas enfermedades fueron validadas como resultado de sus labores. Es decir, el 49,07% de estas fueron rechazadas y asociadas a otros factores.
En Colombia existen alrededor de 426 enfermedades reconocidas como inherentes a las actividades laborales, clasificadas en 15 grupos, con el fin de hacer seguimiento a las patologías presentadas por los trabajadores del país.
En la última actualización del listado se agregaron, entre otras, la neumoconiosis, registrada en los trabajadores dedicados a la minería de carbón; y el mesotelioma maligno, por exposición al asbesto.
Juan Vicente Conde, miembro de la Sociedad Colombiana de Medicina del Trabajo, comenta que las patologías de origen ocupacional que más se diagnostican son el túnel del carpo, los daños en el codo, en el hombro, el dolor lumbar, la sordera y las relacionadas con temas óseos, porque son relativamente fáciles de determinar.
"Son las que las ARL aceptan con frecuencia, dado que una característica de estas enfermedades es que son baratas, no producen grandes costos y no necesariamente matan a la gente. Pero esto no quiere decir que son las únicas que ocurren", explica, pues dice que los males que representan un alto costo y los oficios en los que existe mayor riesgo de padecer algún tipo de cáncer no se diagnostican con tanta frecuencia.
Para el exministro de salud Jaime Arias, el tema no es la clasificación de las enfermedades sino el diagnóstico de los médicos, porque “muchas veces clasifican una enfermedad profesional crónica como de origen general, debido a que no es fácil determinarla".
“Usted puede adquirir una enfermedad profesional en el transcurso de 10 años y un médico puede decir que es de carácter general. Esa es una razón por la cual muchas veces las EPS terminan pagando enfermedades que le correspondería a las ARL”, precisa.
En ese sentido, Conde señala que hay unas nuevas enfermedades que no están ahí en la tabla de enfermedades profesionales, "que la literatura debería encontrar asociadas con trabajos nuevos, por ejemplo, el hecho de que se trabaja con las pantallas de televisores y computadores, que tienen unas sustancias químicas nuevas, eso no existía hace 20 años”, asegura.
De acuerdo con Conde, al realizarles mantenimiento se puede producir una exposición a los químicos que tienen y producir un daño temporal que se llama lipoproteinosis alveolar, que no está en el listado de enfermedades porque es relativamente nueva.
“Hay otra afección que es la bronquitis linfocitaria, que es una patología que se ha descrito como una enfermedad asocia con los fabricantes de muñecos de felpa. No se sabe todavía muchos detalles, pero ahí hay casos de varios trabajadores afectados, complicados en ese tipo de trabajos”, asegura.
El especialista también sostiene que, por ejemplo, a las crispetas en Estados Unidos les añaden una sustancia que se llama el diacetilo, que les da el sabor a mantequilla, y que ese ingrediente al calentarse se vuelve un gas dañino para los pulmones. “Esto causa la bronquiolitis obliterante, que puede ser muy incapacitante, y se sabe que la han usado en algunas cervezas especiales, en vinos e incluso puede estar en algunos cigarrillos electrónicos dulces”, precisa.
Finalmente, Conde destaca que la enfermedad profesional es algo que se establece, a diferencia del accidente, que es un hecho súbito, esta se van acumulando por una sobre dosis de algo por mucho tiempo. “Hay nuevas enfermedades profesionales que llegan aún sin conocer todas las existentes. Seguramente muchas de estas serán incluidas cuando se revise la tabla al respecto. Pero más que eso, es la capacitación de los médicos que no las conocen”, puntualiza Conde.
Tomado de Portafolio (ver nota original)