El dicho popular reza que no hay nada más terrible que un dolor de muela o un dolor de oído y en la práctica quien ha tenido el infortunio de sufrir un daño en el tejido de sus dientes pudo comprobar que no hay nada más cierto e incluso con amargura saborear que al agudizarse el dolor de muela empieza también el de oído.

La prestigiosa odontóloga Patricia Ángel explicó que el dolor inicia por un mal cepillado y una mala limpieza dental que da paso a una carie dental, es decir destrucción de los tejidos de los dientes causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en las superficies dentales.

“En el momento que identifique una carie debe acercarse a un consultorio porque estás van comiéndose la estructura y aunque no se presente dolor cuando menos lo piense la lesión llegará hasta el nervio y ahí es cuando todo se complica, se pasa de una calza a un tratamiento de conducto”.

La odontóloga explicó que cuando una carie llega hasta la pulpa dental inicia el dolor desesperante y en ese momento se debe proceder a un tratamiento de conducto, que consiste en retirar el nervio de la muela y remplazarlo por tiras plásticas para salvar la muela, sin embargo si este no se realiza a tiempo la carie termina fracturando el diente y este se pierde.

“El diente queda bien pero ya no será natural por lo cual se debe tener cuidado con la resina y no consumir alimentos muy duros, es normal que se pueda poner de color oscuro si el procedimiento no se realiza de forma esmerada por parte del profesional”.

Recuerde que las caries no son fáciles de identificar a simple vista cuando están iniciando y muchas veces solo se podrá percatar de ellas cuando inicie el dolor, por eso es muy importante que por lo menos una vez cada seis meses visite a su odontólogo para evitar inconvenientes.

No olvide cepillar sus dientes por lo menos 3 veces al día y recuerde que es muy importante usar enjuague bucal y seda dental, ya que el cepillo no llega a todos los lugares de su boca y los residuos de comida pueden generarle además de caries, la molesta placa que le causará enfermedades bucales y manchará sus dientes.